El miércoles pasado, se cumplieron cinco años del reinado de Felipe VI. En una emotiva ceremonia en el Palacio Real, el monarca compartió la celebración con 41 españoles, merecedores de pertenecer a la Orden del Mérito Civil de la que fueron investidos en ese acto. A don Felipe le acompañaban, la reina Leticia y las infantas que compartieron ese día gozoso con una monja que trabaja en Haití, voluntarios, investigadores, empresarios, maestros y profesores universitarios, músicos, deportistas, un donante de sangre y hasta un apicultor que se han distinguido en el servicio al bien de la nación. La intención del acto, está diáfanamente clara. Podría haberse organizado un Te Deum a la antigua usanza, un fiestón de rancio abolengo, un desfile militar o algo parecido a la imposición de la Orden de la Jarretera británica para contento de fans y alegría en papel cuché del HOLA. Sin embargo el monarca optó por homenajear, a lo mejor del pueblo al que sirve. No es un gesto vano.

Miren ustedes, los hombres y mujeres de la transición, grupo al que pertenezco por mi edad y por convicción propia, no éramos monárquicos porque no habíamos conocido en España a ningún rey. Recelamos cuando Franco eligió a dedo, a su sucesor, pero su actuación, trayendo la democracia al país y salvándola de los golpistas del 23-F, nos hizo a todos "Juancarlistas". Ejerció su papel de arbitraje que le asigna la Constitución con dignidad, a la vez que preparó convenientemente a su sucesor, para el día del relevo. La pena fue que con la edad, le entró, lo que llaman en Los Barrios el "celillo del viejo" y le dio por perseguir a alguna lagartona. Pero ello no puede empañar su trayectoria clara de servicio a España. Don Felipe está hoy magníficamente preparado para ocupar la Jefatura del Estado, si se compara con los currricula de los políticos con los que tiene que lidiar. Volviendo a la ceremonia del miércoles pasado, ¿saben ustedes cuándo entró la noticia, en el telediario de la 1 de TVE?: a los 25 minutos de la apertura del noticiario. Ignoro si los directores de Informativos, están aquejados de una fiebre republicana que les espolea a ningunear nada menos que al Jefe del estado constitucional. A lo mejor les da más gustito, dedicar el espacio máximo del programa al baile de sillas para ocupar puestos políticos o a las declaraciones de un ex primer ministro francés que ha venido a España a enredar en Cataluña y a insultar al partido que le dio cobijo. Ya se que las noticias buenas, no son noticias, pero hombre…

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