Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

El Museo del Ejército

El objetivo es que Algeciras cuente con un espacio digno donde conocer con rigor la historia de una comarca vinculada al Ejército

José Ignacio Landaluce no es persona de muchas bromas pero cuando se le pregunta por el futuro Museo del Ejército de Algeciras recuerda que él empezó a pelear por este proyecto cuando aún tenía pelo. Y de eso ya hace. La hemeroteca le da la razón: corría diciembre de 2009 cuando el entonces diputado en el Congreso logró que la ministra de Defensa, Carmen Chacón, aludiera a la creación de un espacio expositivo de esas características en la que fuera sede del Gobierno Militar, en la zona baja de la ciudad. Once años han pasado desde entonces y ni aquel Ejecutivo ni los otros que le sucedieron -incluidos los de Mariano Rajoy- mostraron especial interés por culminar la operación, por más insistencia que tuviera el hoy regidor.

Por fortuna, las tornas han cambiado con la socialista Margarita Robles, ministra de Defensa, con cuyo departamento el Ayuntamiento ha elaborado un protocolo de intenciones para la cesión del edificio a la ciudad a cambio de que otro inmueble singular y también abandonado, la antigua Comandancia de Ingenieros -a las espaldas de la Iglesia de La Palma- pase a tener uso residencial para poder venderlo y financiar la actividad de las tropas dentro y fuera de España. No es esta venta un detalle menor y habrá que estar muy atentos a las intenciones del futuro comprador teniendo en cuenta el grado de protección del inmueble, los atentados al patrimonio cometidos en épocas no muy remotas y la tentación al fachadismo, fenómeno consistente en demoler el interior de edificios emblemáticos para conservar únicamente el exterior a modo de celofán.

Respecto al museo, habrá tiempo para perfilar sus contenidos y hasta su nombre, aunque no se trata de abrir un espacio dedicado a la guerra ni de hacer apología belicista o de un militarismo trasnochado. El objetivo más bien es que Algeciras cuente con un espacio digno donde poder conocer con rigor la historia de una comarca vinculada al Ejército y a la defensa del territorio de España o, lo que es lo mismo, a la seguridad nacional. Así ha sido a lo largo de los siglos debido a la estratégica localización geográfica de la ciudad. Algeciras ha desempeñado y desempeña un papel singular al que no debe dar la espalda, de la misma forma que el Puerto prevé contar en el Llano Amarillo con un espacio expositivo para hacer pedagogía sobre el origen y desarrollo de nuestros muelles o el Peñón ofrece su versión de la historia en su Gibraltar National Museum.

La oposición a este proyecto expresada en el Pleno del Ayuntamiento de Algeciras por PSOE y Adelante Andalucía puede explicarse en que el gobierno municipal tramitó por vía de urgencia la propuesta. Ese procedimiento conlleva consigo cierta opacidad porque apenas deja tiempo a los grupos políticos para conocer en detalle el proyecto, pero el voto en contra de ambos partidos no puede basarse en que la idea del Museo del Ejército sea negativa en sí misma. La inversión prevista por valor de 3 millones de euros, financiada con fondos europeos de la Edusi, y su localización en un edificio hoy abandonado y en una de las zonas más castigadas socialmente de la ciudad, son alicientes añadidos. El museo, de ver la luz, sería un éxito para Algeciras, no de José Ignacio Landaluce, si es eso lo que le preocupa a la oposición. En sus manos está ser copartícipes de ese logro.

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