Días antes de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso ya había dirigentes del PP que confesaban entre dientes su temor a que el Gobierno dejase relegada a la comarca en las cuentas públicas de 2017. Tenían razones para ello. Rajoy ya había dado un aviso al prometer para Cataluña más de mil millones de euros anuales para infraestructuras, a lo que siguió la visita del ministro de Fomento a Almería para anunciar otra supuesta lluvia de millones. ¿Y para la Algeciras-Bobadilla? En este caso, la ausencia de noticias no era sino la peor de ellas: 20 millones de euros, lo que representa tan sólo el 2,79% del total presupuestado para el famoso Corredor Ferroviario Mediterráneo.

¿Conocen nuestros representantes públicos la realidad y necesidades del Campo de Gibraltar? La última visita de un miembro del Ejecutivo a territorio indígena tuvo lugar en octubre pasado, a raíz de la invitación que Europa Sur cursó al entonces titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, para participar como ponente en el Foro Joly. La ocasión fue aprovechada por la Mancomunidad de Municipios y los alcaldes de la comarca para trasladarle las inquietudes que se abren a consecuencia del Brexit y las inversiones que son necesarias, ahora más que nunca, para afrontar un momento histórico y crucial: es el tren, el desdoble de la A-48 desde Algeciras hasta Vejer, la agilización de los trámites aduaneros en la Verja, el prometido estatuto fiscal para el Campo de Gibraltar con rebajas en el IRPF, impuesto de sociedades... Quienes asistieron a aquella cita con el ministro salieron con la impresión de que Margallo estuvo más atento a escucharse a sí mismo que a tomar nota de las reflexiones de sus anfiotriones.

No pido perdón. A medida que pasa el tiempo uno se vuelve más descreído y va teniendo la sensación de que el actual Gobierno de Rajoy -al igual que antes lo hicieron los de Zapatero y Aznar- ha dado por amortizado su desgaste en el Campo de Gibraltar, bajo la convicción de que su electorado va a seguir manteniéndose fiel ante la ausencia de alternativas sólidas a derecha o izquierdas. ¿Qué motivos hay para que el primer puerto de España y cuarto de Europa siga con la misma conexión ferroviaria que en el S.XIX? ¿Cuál es la causa para que una de las comarcas clave del país por su situación estratégica -frontera marítima de Marruecos y terreste con Gibraltar- sea considerada un cuarto trastero olvidado? Y sí, ha llegado el momento de que el Campo de Gibraltar al completo se movilice para poner pie en pared ante el agravio perpetuo que viene padeciendo.