Crónicas levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

Una Mesa sin papeles echa a Teresa

La expulsión se ha tomado sin aval jurídico, negándoselo a la presidenta del Parlamento y sin un antecedente claro

Teresa Rodríguez se ha quedado sin voz en el Parlamento andaluz. Ella, que fue candidata a la Presidencia de la Junta, no ejercerá más de portavoz de Adelante Andalucía ni de ningún grupo mixto, porque la han enviado al de los no adscritos, un purgatorio donde van los tránsfugas para transitar sin gloria y con muchas penas lo que resta de legislatura. Ella y siete más de los anticapis.

La decisión que ha adoptado la Mesa del Parlamento se ha tomado sin un aval jurídico, negando, incluso, a la presidenta, Marta Bosquet, que pudiera solicitar un informe a los letrados de la Cámara. Tampoco hay precedentes en ningún parlamento, porque al menos cabe la duda de si los anticapitalistas, aunque se hayan ido de Podemos, siguen bajo las siglas de Adelante Andalucía. Entiendo que sea complejo, que lo de la extrema izquierda es un popurrí de siglas y confluencias, pero por eso Bosquet demandó de los letrados algún informe, un papel al que agarrarse, un valor más seguro que la simple votación entre los miembros de la Mesa, que fue como se zanjó la expulsión de Teresa y los suyos.

Desde sus inicios en el Parlamento andaluz, cuando aún gobernaba Susana Díaz, sostuve que el grupo de Teresa Rodríguez acabaría sin obtener ningún resultado político de su paso por la Cámara, que deambulaban como zombis por esos patios sin socios ni aliados ni estrategia, y que sólo iban a alumbrar una inutilidad clamorosa. Tanto que Teresa Rodríguez y el alcalde de Cádiz, José María González, se han ido de Unidas Podemos porque, precisamente, forma parte del Gobierno de España, cuando más útiles pudieran ser.

Al Podemos de Pablo Iglesias y la Izquierda Unida de Inmaculada Nieto se le han acabado la paciencia con Teresa y sus cosas, así que han optado por llevar a la Mesa una resolución que, sin embargo, tiene el volumen y el peso de un elefante en una cacharrería. El PSOE de Susana Díaz necesita a Unidas Podemos de socio estratégico en Andalucía, y ha animado a lo que a todas luces es un atropello contra ocho parlamentarios que son electos. Cuidado. Que Vox lo haya apoyado en la Mesa se entiende porque respalda todo lo que vaya contra la izquierda; es más difícil comprender la postura del PP. Ciudadanos, al que pertenece Bosquet, se abstuvo.

La inutilidad de los anticapis, la adolescencia fósil de sus dirigentes y la duda de, si en efecto, son unos tránsfugas no argumentan ese proceder de una Mesa que es tan soberana como cada uno de los parlamentarios de la Cámara.

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