TAMBIÉN en la Facultad de Derecho nos enseñaban algo de Economía y por ello recuerdo que se la definía como la ciencia que trata de aplicar a las necesidades humanas ilimitadas recursos limitados. O sea, que hay que escoger entre las necesidades a satisfacer y hay que hacerlo con el mejor criterio posible. Viene esto a colación por noticias aparecidas en periódicos del Grupo Joly, en tres días consecutivos. La primera es la inauguración de un apeadero en la Parra, con destino a dar servicio de trenes al aeropuerto de Jerez de la Frontera. Al acontecimiento se le dio gran importancia, como lo demuestra la asistencia al acto del ministro de Fomento, del presidente de la Junta de Andalucía y de la alcaldesa jerezana, y la tiene porque podrá dar servicios a 700.000 personas que usen cualquiera de los ocho trenes, cuatro de ida y cuatro de vuelta, que recorren la línea. Su costo ha sido de 11,3 millones de euros. Poner un aeropuerto a 9 minutos de Jerez, 20 del Puerto de Santa María, 57 de Cádiz y 71 de Sevilla, al módico coste de 2 o 3 euros, según el trayecto, es un magnifico servicio, que todos (menos los taxistas) debemos aplaudir.

Pero la felicidad en casa del pobre dura poco y al día siguiente los mismos periódicos nos informan que en el primer tren, con 800 plazas, viajaron 10 personas y más tarde 6 y 4. A estos 4, al periodista le dio tiempo para entrevistarlos y preguntarles a dónde iban, y resulta, que ninguno de ellos iba a tomar el avión. Parece ser que los horarios del tren no se ajustan al de los vuelos programados en el aeropuerto, lo que tendría fácil remedio. Pero lo que no lo tiene tan fácil es que el aeropuerto jerezano ha ido perdiendo progresivamente vuelos y pasajeros.

A mí me parece de perlas esta inversión en infraestructuras, que permite comunicar al aeropuerto con el tren, pero resulta que en los mismos periódicos, del domingo, o sea, al tercer día desde la inauguración del apeadero, nos informan que en un estudio sobre el modelo aeroportuario español, el aeropuerto de Jerez está incluido en el pelotón de cola de los aeropuertos españoles, para los que se propone que se "sanee la gestión" o "se cierre la instalación" como medida óptima. El informe es del mes de junio y es de suponer que entonces ya estaba hecho el gasto del apeadero. El empresario Jan de Clerck ha declarado que la apertura del aeropuerto de Jerez posibilitó el inicio de las inversiones turísticas en Chiclana (hoteles y campos de golf) y creo, con él, que es vital para el turismo de la zona la comunicación aérea, pero quizás hubiere sido más prudente invertir primero en la consecución de líneas y luego en infraestructuras.