La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

'Madrid 1945': historia contra memoria

Con 'Madrid 1945' Andrés Trapiello hace una extraordinaria contribución a la bibliografía sobre la posguerra

En 1994, Andrés Trapiello hizo la fundamental y original aportación de Las armas y las letras a la abultada hasta el punto de lo inabarcable bibliografía sobre la Guerra Civil (hace muchos años que la historia hace el trabajo serio que ahora pretende deshacer o manipular la memoria). Siete años más tarde, con La noche de los Cuatro Caminos. Una historia del maquis. Madrid 1945 hizo otra aportación, en un terreno intermedio entre el ensayo histórico y el relato novelístico -"sin un gramo de ficción", en palabras del autor- a un oscuro y sangriento episodio de posguerra, en su día de gran repercusión y después olvidado o interesadamente enterrado, ocurrido en la oscura y aún ensangrentada España de 1945 en la que el Régimen intentaba sobrevivir mientras sus aliados nazi fascistas se hundían. La bibliografía acumulada desde entonces sobre la posguerra española y el acceso a nuevos archivos le ha impulsado a reescribirlo con el título de Madrid 1945. La noche de los Cuatro Caminos (Destino).

Al presentarlo el escritor ha puntualizado: "La memoria no puede ser democrática, la memoria es una facultad personal de cada uno, se pueden compartir datos, pero eso exige una voluntad no sectaria y caso por caso. Me contentaría con que este libro ayudara no sólo a ver lo que sucedió en la historia de España sino lo que está sucediendo. Negar que algunas víctimas de Franco fueron también victimarios es una estafa a la democracia".

Afirmar que hubo en nuestra cruenta Guerra Civil y su no menos cruenta posguerra víctimas y victimarios en ambos lados no trata de igualarlos arrojando inmundicias sobre todos o descargar a unos de culpa cargándosela a otros. Se trata de establecer los hechos y el Madrid de la época tras un monumental trabajo de investigación. "Al principio -afirma Trapiello- la gente me decía: '¿Por qué no haces una novela?'. Pero yo quiero contar hechos reales no contaminados por la ficción. Cuando digo que el partido comunista pagaba 1.000 pesetas por muerto quiero que se sepa que es verdad; cuando digo que la policía en la dirección general de seguridad tenía un boxeador profesional para torturar porque ellos se cansaban de dar puñetazos quiero que se sepa que es real". Como una "novela histórica, o sea, de las que hacen historia" ha definido Félix de Azúa este libro oscuro que arroja luz histórica -no humo de memoria- sobre las oscuridades de una época.

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