Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

La Línea, independiente

El Brexit puede poner patas arriba las relaciones con Gibraltar y la economía linense

Un conocido directivo catalán, llegado hace unos pocos meses a tierras sureñas, se sonrió días atrás nada más conocer la propuesta de Juan Franco de convertir La Línea en una ciudad autónoma. "Me he venido huyendo de los independentistas y ahora me encuentro con esto", ironizó en tono de broma. El alcalde linense no ha hecho ninguna declaración unilateral de independencia, sino que más bien ha vuelto a poner el foco en la necesidad de que su municipio reciba un tratamiento singular como primer damnificado de una situación social y económica muy compleja y a la que el conjunto de las administraciones sigue dando la espalda.

La Constitución ampara la propuesta esbozada por el regidor linense. Cuestión aparte es el recorrido político que pueda dar a su idea y la acogida de los partidos que podrían llevarla a cabo mediante la aprobación de la correspondiente ley orgánica por una mayoría cualificada en el Congreso de los Diputados. PSOE y PP han despachado con calificativos poco amables la propuesta, pero también con incomodidad porque les obliga a posicionarse más allá y mucho mejor de lo que han hecho sus respectivos gobiernos a lo largo de las últimas décadas.

El Plan Integral para el Campo de Gibraltar aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 16 es positivo porque alude a muchos de los elementos que requiere la comarca en materia de infraestructuras, seguridad y Justicia, fundamentalmente, aunque adolece de concreción de cifras (no especifica si será posible aplicarlo en caso de que no haya nuevos Presupuestos estatales en 2019), plazos y de un desarrollo pormenorizado. Juan Franco ha subrayado todo ello y la ausencia de medidas específicas para La Línea ante el hecho irrefutable de que el impacto del narcotráfico, del contrabando y de la exclusión social se multiplican por varios enteros en las calles de su localidad. La renovación del trazado y de las vías de la Algeciras-Bobadilla, el desdoble de la carretera Algeciras-Vejer, las rotondas y las circunvalaciones son necesarias y las fotos con los cortes de las cintas inaugurales serán preciosas, pero todo ello redundará poco en la mejora de La Línea.

Tampoco ayudará un Brexit que, a pesar del acuerdo anunciado ayer, puede dar un giro a poco que las posiciones más extremistas ganen posiciones y pongan patas arriba en cualquier momento las relaciones con Gibraltar, amenazando los ingresos que logra La Línea a través de las nóminas de los 10.000 trabajadores transfronterizos y las cuantiosas compras que realizan los yanitos en la localidad. ¿Existe algún plan de contingencia para afrontar la posibilidad? La conversión de la La Línea como ciudad autónoma puede sonar a ocurrencia, utopía o majaronada, pero obliga a las demás fuerzas políticas a presentar una alternativa viable.

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