Limpieza y gestión

Casi siempre la inacción y guardar el problema en el cajón, no soluciona el mismo sino que lo agrava

Actividades de Limpieza y Gestión, S.A., es la denominación mercantil de Algesa, empresa pública municipal encargada de la recogida de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Algeciras, como todos sabemos. La falta de limpieza y de gestión, casualmente, quizá sea la seña identidad de la misma.

Hace unos años, cuando salta la noticia que varios directivos de la citada empresa, al parecer, se intentan apropiar de material falsificado, con orden judicial de destrucción, para su reventa, el Consejo de Administración (miembros de la Corporación Municipal), procedió al fulminante despido de los mismos, de manera tan chapucera, que por motivos de forma, tales despidos fueron considerados improcedentes y se debió readmitir a tales empleados, hasta tanto hubiera condena penal. Ya dictada y firme la misma, y siendo tales directivos ya autores de delito, no se procede de nuevo, no ya al despido, sino ni siquiera al cese de los mismos en sus funciones de gerencia.

En aquel momento, el motivo del fallido despido fue la evidente falta de confianza que se había producido por la comisión del ilícito. Parece que con el tiempo la confianza y la fe se ha recuperado, y tal dolosa actuación no merece el cese, y ello a pesar de haber sentencia firme, lo cual habría de significar, asimismo, la inhabilitación para empleo en cargo público, al que se asimila la gestión de una empresa pública cuyos ingresos consisten en las tasas públicas que pagamos todos los habitantes de esta ciudad.

La cuestión además, se vuelve más grave cuando observamos el millonario presupuesto anual de Algesa, bajo la dirección de quien ha sido considerado culpable de un delito cometido en la propia empresa. Y por añadidura, de otras noticias que llevan a pensar al ciudadano de pie, que la gestión no está siendo todo lo limpia que procede, como por ejemplo, cuando conocemos la existencia de investigaciones policiales y/o judiciales en relación a la compra de vehículos en la empresa, a los procesos de selección del personal, o cuando el propio Defensor del Pueblo increpa a la empresa pública por su falta de transparencia. Ello, en mi parecer, no ayuda a recuperar la confianza en la gestión de los citados directivos, pero supongo que el Consejo de Administración de Algesa sabrá explicar el porqué de tal sorprendente cambio de parecer al respecto.

Casi siempre, la inacción, y guardar el problema en el cajón, no soluciona el mismo, sino que lo agrava. Y en este caso, el hedor de la basura puede ser insoportable. Limpieza y gestión, por favor

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