Inversiones

Alguno de nuestros representantes podría levantar la mano, pedir la palabra y con ello, parte de lo que no quieren allí

Que dice el gobierno catalán que no quiere los 1.700 millones de euros que proyectaba invertir el Ministerio de Fomento en la ampliación del aeropuerto de El Prat. En el llamado Documento de Regulación Aeroportuaria 2022 - 2026 de AENA se incluía tal previsión que ha sido rechazada desde Cataluña, formalmente por cuestiones medioambientales, pero entendiéndose que lo que se busca es proseguir con la confrontación y exprimir más la ubre con ello, no se sabe. Y cuanto les ha dado a los territorios díscolos esa confrontación, y cuanto nos haquitado a los silentes.

Es tradición de la comunidad política comarcal, cada año, al momento de la aprobación de los presupuestos generales del Estado de turno, que por unos se critique la falta de inversión en nuestra línea férrea, y por otros, se alabe la apuesta de gasto del gobierno por el Campo de Gibraltar y más concretamente por la Algeciras - Bobadilla. Los papeles se alternan al cambiar el gobierno, y a los que antes lesparecía exigua una cifra en el presupuesto para tal partida, luego les parece digna de aplauso. Y al revés; Puro teatro.

Recordemos el debate que hubo a raíz de la aprobación de los vigentes presupuestos,en los que unos decían que se reflejaban para la mejora del ferrocarril, solo 30 millones lo cual era una cifra absolutamente ridícula, y otros decían que no, que tal previsión se elevaba a 300, que había que leer bien el texto presupuestario, y que ello era un exitazo. Y nosotros disfrutando del partido, cual espectador en Roland Garros.

Lo cierto y verdad es que van pasando los años, y ni los presupuestos consignan de manera clara y seria inversiones para la vía férrea, ni tampoco, lo que es más importante, se ejecutan más que mejoras poco significativas cuando no solo labores de mantenimiento.

Y digo yo, lego en la materia, que a la vista de la preocupación de Aragonés con la degradación medioambiental del delta del Llobregat, y al haber naufragado la inyección de maná en Cataluña, alguno de nuestros representantes podría levantar la mano, pedir la palabra y con ello, parte de lo que no quieren allí. Soy un ingenuo, lo se, y el reivindicar de manera sonora mejoras para nuestra comarca, y señalarse en el partido correspondiente como el que da el coñazo por su gente y por su tierra, es incompatible con la comodidad que ofrece el sillón. Pero es que uno no pierde nunca la ilusión, y con tantos futuros planes especiales para la comarca y prosperidades compartidas, ya casi empieza uno a creérselo.

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