ESPAÑA es un país en el que sobran los iconoclastas, aunque cada día compruebo que su número va en aumento exponencial. El daño que hacen algunos medios de comunicación es infinito cuando tienen la idea de cebarse con alguien. Es lo que están practicando ahora con el nadador catalán David Meca. Algunos presentadores mediáticos, que están encantados de haberse conocidos a ellos mismos, no tienen ningún tipo de escrúpulos a la hora de lanzar falsedades y levantar calumnias. Pero lo peor de todo, es que esos presentadores, que dicen ser periodistas, no saben lo que es la discreción, y más aún, desconocen la gran responsabilidad social que tienen a la hora de ejercer su trabajo. Antena 3 ha iniciado una serie de programas del corazón con el objetivo de cuestionar el trabajo del famoso y arriesgado nadador, señalando irregularidades en las proezas conseguidas. Aunque en este punto pudiera parecer que yo mismo me he convertido en un iconoclasta, sólo intento reconocer y aceptar la merecida capacidad y autoridad de David Meca en el mundo de la natación. Después de haber sido el primer nadador en la historia mundial en ganar cuatro medallas en un Campeonato del Mundo, y de evidenciar sin complejos su condición de español, el joven David Meca se merece todo reconocimiento y respeto por su trabajo. Sin olvidar su demostrada capacidad por motivar a muchos jóvenes deportistas que siguen su ejemplo. Pero parece que en España somos muy envidiosos e incapaces de reconocer el mérito ajeno. No podemos ser indiferentes a las injusticias mediáticas, ni de cualquier otro tipo, y deberíamos cortar de raíz ese tipo de abuso.