H style="text-transform:uppercase">uelga de deberes? Desde luego a quienes se les ha ocurrido la idea deben ser o rematadamente imbéciles o correa de transmisión de este impresentable sistema educativo que nos tiene en niveles de calidad y fracaso a la cola de Europa. En el caso de Andalucía, a niveles de país tercermundista. Lo extraño es que no haya más fugados del sistema educativo. Tan mal están las cosas, que cada vez hay más familias que están decidiendo educar a sus hijos en casa.

Una cosa es hacer una recomendación y otra plantear la cuestión como una huelga, es decir, como un acto de presión que se lleva a cabo para conseguir aquello que se reivindica.

Me pregunto qué posición han tomado los centros educativos, los maestros y los padres de los niños y si han tenido libertad a la hora de hacer la huelga de deberes, no vaya a ser que ante la decisión de la escuela o del maestro en cuestión, hayan tenido que ser los padres los que pongan los deberes a sus hijos, con lo que en este caso se habrá generado un elemento de disputa adicional entre padres que no quieren seguir la huelga y los niños que no quieren hacer los deberes.

Vamos, un despropósito que no debió pasar de la moto de una asociación o de un burócrata para justificar su posición o su zona de confort y que ha acabado siendo noticia en los telediarios. Cosas como esta hace más grande nuestra pandereta.

No tengo ni idea de si los deberes son muchos o excesivos, lo que sí está claro es que el sistema educativo tiene unas carencias estructurales a resolver de tal calibre, que esto de los deberes parece una broma de Halloween.

Empiecen por racionalizar los horarios docentes en clase; tres horas por la mañana y dos o tres por la tarde. Incorporen lo emocional y la autoestima en la formación, así como lo experiencial para enseñar y sobre todo para ¡apasionar! Dejen de hacer de la escuela un sitio tan aburrido.

Si quieren hacer huelga de algo con nuestros niños, ¡qué digo huelga!, tres días a la semana tendrían que ser declarados "días sin móvil y sin play" y por supuesto, ya que nos ponemos, prohibición de tener un smarthphone a un niño menor de 14 años.

Apasionen a los niños en otras cosas, ¡hombre! Y por favor, dejen de ser tan aburridos. Si yo fuera niño trataría de alejarme de todo aquel que me hace la vida tan triste y de quienes por comodidad pasan de mí y ponen en mis manos o me permiten usar unos artilugios que no debo tener a mi edad.

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