La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Hijos y nietos de todos ellos

El vídeo de la Federación Argentina de Fútbol ensancha el corazón a la vez que lo encoje

El vídeo de la Federación Argentina de Fútbol es una lección más en estos días llenos de lecciones que no deberíamos desatender. En este caso no sólo sobre el esfuerzo colectivo que todos debemos hacer para salir de esta tragedia de la que por desgracia tantos no saldrán, sino para plantear una vez más esa asignatura nunca del todo aprobada con sobresaliente que es la relación entre España y Latinoamérica. En él, como de seguro ustedes ya saben porque ha tenido un enorme impacto, se dice: "Nunca se nos pasó por la cabeza que dos potencias como Italia o España pierdan el partido antes que nosotros. Y cómo duele. Porque en nuestro equipo somos todos hijos y nietos de todos ellos".

Si entristece que se nos recuerde que Italia y España son el segundo y tercer país más afectados por la pandemia, alegra este reconocimiento de los lazos que nos unen. Sobre todo en estos tiempos en los que la corrección política ha extremado el antiespañolismo siempre latente en Latinoamérica y asombrosamente emergente en Estados Unidos, donde en los últimos años -como si aún resonara el eco del Remember the Maine! To Hell with Spain! de 1898- se retiran estatuas de Colón de lugares públicos, se elimina el Columbus Day, se quitan las campanas de las antiguas misiones californianas por considerarlas "un símbolo de racismo", se eliminan las referencias públicas en calles, plazas y universidades a Fray Junípero Serra o se acusa una y otra vez a los españoles del mayor genocidio de la historia, mientras el pinche López Obrador -el aislacionista que proclama "la mejor política exterior es una buena política interior", el que hace una semana aún arengaba "no dejen de salir, todavía estamos en la primera fase, yo les voy a decir cuándo no salgan…", el que saluda a la madre de El Chapo- pide a Felipe VI que España se disculpe por la conquista.

Por eso ensancha el corazón a la vez que lo encoje el vídeo argentino. La retórica americanista fue empachosa. Aprenderse de memoria en los colegios la Salutación del optimista de Rubén Darío la hizo odiosa. Pero no se olviden estos versos suyos: "Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo, / la inminencia de algo fatal hoy conmueve la tierra; / (…) algo se inicia como vasto social cataclismo / sobre la faz del orbe. / ¿Quién dirá que las savias dormidas no despierten entonces?… / ¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos?".

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