Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Hidrógeno verde, por favor

Hay alternativas ante un futuro al que deberíamos sorprender

Varias e importantes compañías han puesto sus miras en los municipios bañados por la Bahía de Algeciras a fin de activar proyectos para la producción de hidrógeno verde. Esos planes, unidos a la posición estratégica del Campo de Gibraltar en el mapa y a la existencia de un puerto llamado a crecer y a convertirse a medio y largo plazo en un referente del transporte marítimo sostenible, permiten albergar esperanzas sobre la continuidad del tejido industrial en nuestro territorio. Viento, sol y agua son los elementos indispensables para avanzar hacia la descarbonización y hacia la generación de una energía limpia en la que la UE y España están poniendo todos sus esfuerzos.

El objetivo, como se ha puesto esta semana de relieve en el Congreso Europeo del Hidrógeno 2022, es lograr la independencia energética de España ante terceros o, yendo un paso más allá, alcanzar una soberanía en materia de energética frente a quienes, como hace Putin con el gas natural, tratan de convertirla en un arma para doblegar a sus adversarios. España, en concreto, cuenta con movilizar 8.900 millones de euros de inversión pública y privada en los próximos años.

En este punto, las empresas, más que a competir, están llamadas a unir sus fuerzas para sumar sus conocimientos, rentabilizar las inversiones y acortar los plazos para la puesta en marcha de las futuras plantas. En cuanto a las administraciones públicas, su papel debe consistir en agilizar la tramitación administrativa de los proyectos conforme a los estándares de los países que son punta de lanza en Europa. En definitiva, aprovechar el caudal de fondos, tanto en forma de ayudas directas como de préstamos, que los 27 han puesto sobre la mesa a través de los fondos Next Generation, de los que 140.000 millones corresponden a España.

Junto con el sector industrial, la movilidad estará también marcada por el empleo de hidrógeno verde: el transporte marítimo, el de carretera, el aéreo y el ferrocarril deberán reducir sus emisiones de forma exponencial, con 2050 como tope en el territorio de la UE para el uso de combustibles fósiles. El caso de los trenes es especialmente interesante para el Campo de Gibraltar, que tiene en su conexión ferroviaria su talón de Aquiles. A la existencia de un trazado sinuoso y una sola vía entre Algeciras y Bobadilla se une la ausencia de electrificación para formar convoyes largos y, por tanto, más rentables a la par que menos contaminantes. No es una cuestión menor puesto que llevar el fluido eléctrico hasta las vías e instalar las catenarias requiere de una inversión notable y de una larguísima tramitación. Sin embargo, los trenes movidos con hidrógeno verde, como los que empiezan ya a circular, pueden ser una alternativa ante un futuro al que deberíamos sorprender.

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