Crónica levantisca

juan manuel marqués perales

Hágales caso

Como saben que el Gobierno andaluz retiró el "cortafuegos vírico", ahora gastan una ortodoxia prusiana ante Illa

Los mejores expertos en el tratamiento de la pandemia de Covid son quienes llevan lidiando con la enfermedad desde marzo de 2020. En los hospitales, en las consultas, en los distritos sanitarios. Una ola, dos olas, tres olas, mil, dos mil, tres mil ingresos, vaya experiencia. Son, por ejemplo, los responsables sanitarios del SAS que se sientan esta mañana con el presidente Juanma Moreno. Hágales caso, saben más que los dirigentes de la patronal Horeca, esos hosteleros que le doblaron el brazo en diciembre y consiguieron que el Gobierno andaluz rectificase su mejor medida contra el Covid, quirúrgica, inteligente, como un bisturí que extirpaba la hora mágica de la larga sobremesa, el copeo de seis a ocho.

Un dirigente que no sabe asumir una decisión impopular, a sabiendas que ésta es justa, no es todavía un dirigente, al Gobierno andaluz le temblaron las piernas y retiró una medida eficaz que hoy estaría evitando contagios, ingresos y muertes. También estaríamos en la tercera ola, pero el pico que alcanzaremos la semana próxima habría sido menor. De acuerdo, todos los gobiernos cometen errores, éste no es de los peores, pero hay que subrayar cuando el fallo es pueril.

Como lo saben, como todos recordamos cómo se retiró el "cortafuegos vírico" del copazo, el Gobierno andaluz imposta una ortodoxia prusiana ante el Ministerio de Salvador Illa, que el toque de queda se desplace a las 9 de la noche, reclama Aguirre, que se confine a la gente, pide Juanma Moreno. Juan Marín, cuyo atrevimiento en materia de Covid roza la negligencia, culpa a la cepa británica de haber causado el 70% de los nuevos contagios en Andalucía. Menos mal que siempre nos queda Gibraltar para culparle de todo. Ay, Marín, cuántas oportunidades perdidas para haberte vuelto un sabio en silencio. No hace ni una semana que profetizó que Andalucía no sufriría una tercera ola. Y ya estábamos en medio de ella.

Los expertos del SAS, con los que se vuelven a reunir hoy Moreno, Marín, Bendodo y Aguirre, ya habían calculado que en diciembre inocularíamos una tercera ola, pero, bueno, vale, venga, algo había que salvar de la campaña de Navidad, también es justo. Sólo que al Gobierno andaluz, por dejarse presionar por Horeca, se le fue la mano.

No vuelvan a hacerlo nunca más, con esta pandemia hay muchos sectores económicos jodidos, más incluso que los hosteleros. Sean valientes.

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