Gibraltar, no news is good news?

Hemos superado la mitad del tiempo anunciado y no hay noticia alguna sobre el estado de la negociación

Ha pasado algo más de tres meses desde el anuncio histórico del último día de 2020 sobre un principio de acuerdo entre España y Reino Unido en relación al futuro estatuto jurídico de Gibraltar en sus relaciones con la Unión Europea. En la misma fecha se indicó que dicho acuerdo podría estar terminado hacia julio de 2021. Parece claro que señalar una fecha de cierre de unas negociaciones diplomáticas es algo aventurado ya que la práctica demuestra que un tratado de las características anunciadas requiere un mínimo de un año de negociación y siempre es previsible la aparición de incidencias. Como y donde se introduce un punto o una coma es relevante en la redacción de textos legales internacionales. El diablo está en los detalles.

Lo cierto es que hemos superado la mitad del tiempo anunciado y no hay noticia alguna sobre el estado de negociación de la Unión Europea con el Reino Unido. De hecho, la referencia más cercana ha sido con ocasión de la visita del ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab a Gibraltar, recordando la posición británica y gibraltareña en relación al principio de acuerdo, subrayando sus intereses esenciales. Aparte de esta visita, no hay nada más, solo silencio. La cuestión es si este silencio anuncia malas o buenas noticias.

No faltan ya algunas opiniones que aprovechan esta circunstancia para poner en cuestión toda la arquitectura de la negociación. Sobre las relaciones entre España/Unión Europea con Gibraltar no faltan las voces a ambos lados de la Verja que prefieren la ausencia de acuerdo y diálogo. La confrontación y la demonización del contrario refuerza sus puntos de partida, caracterizados por un nacionalismo primario definido por un permanente enfrentamiento frente al otro.

Siendo consciente de las dificultades de alcanzar un acuerdo en el plazo anunciado, considero que hay que ser optimista en el enfoque de la cuestión y la voluntad constructiva de las partes de encontrar un acuerdo mutuamente beneficioso para todos. Son muchos los desafíos y plasmar en un lenguaje jurídico adecuado de un tratado multilateral el principio de acuerdo político anunciado bilateralmente no es en absoluto fácil.

Es mi opinión que existe una voluntad real de las partes de llegar a un acuerdo, con renuncias y cesiones por ambas partes, pero con un interés común compartido, sobre el diseño de un estatuto jurídico innovador que confirme la inserción de Gibraltar en el proyecto común europeo. Y esto es positivo para Gibraltar y para España, en particular, para el Campo de Gibraltar. Esperemos que como dice el viejo aforismo inglés, no news is good news.

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