Ganarle dinero a la pandemia

Parece que hay que agradecer a la Junta que no haya puesto una aplicación telefónica para la atención primaria

Inmaculada Nieto le ha sacado esta semana los colores al Consejo de Gobierno de la Junta. Les ha dicho que le estaban ganando dinero a la pandemia, antes de vencerles en la votación de una Proposición No de Ley para que vuelva a ser presencial la atención primaria en Andalucía. La portavoz de Unidas Podemos es una de las mejores diputadas (o diputados) de la Cámara y ha sacado adelante su PNL con los votos de toda la izquierda y de Vox. PP y Cs se quedaron solos en contra.

Nieto pertenece a la izquierda culta y dialogante, pero es dura como el pedernal. Y le sacudió al PP con una afirmación incontestable: hay una indignación generalizada por las consultas telefónicas, de ciudadanos que han votado todas las opciones políticas. El PP se defendió arguyendo que había que cumplir todas las normas Covid. De Perogrullo, pero ya se pueden llenar los teatros y los estadios deportivos, mientras el Gobierno andaluz se ha abonado a la consulta telefónica en el Servicio Andaluz de Salud, no sólo en atención primaria, sino también en múltiples especialidades. Algo que contrasta con la heroica atención presencial de los hospitales.

El problema es que una PNL no es de obligado cumplimiento y el Consejo de Gobierno puede ignorar el voto mayoritario del Parlamento. Pero haría mal el presidente en ignorar el sentido común de esta reclamación ciudadana. Y también se equivocaría si deja que se instalen en el inconsciente colectivo los duros reproches de la diputada gaditana sobre el permanente discurso triunfalista, la suerte que hemos tenido de que esta pandemia nos haya cogido con el PP en el poder, lo encantados que están de haberse conocido los miembros del Gobierno y la soltura con la que trasladan la responsabilidad de lo que sale mal a los demás.

Pero ahí siguen impertérritos Moreno, Marín y Bendodo. Tan crecidos están que parece que hay que agradecerles que no hayan sustituido el servicio telefónico de atención a los pacientes por aplicaciones como las que utilizan las compañías telefónicas, aéreas o de seguros, dispuestas a ahorrase salarios a costa de la estabilidad emocional de sus usuarios. Toda situacion es susceptible de empeorar. El SAS podría ensayar con un robot: Si tiene fiebre, pulse uno; si le duele la cabeza, pulse dos… No sólo la empatía de las eléctricas cotiza en Bolsa, la identificación de los gobiernos con sus administrados será vital en el último tramo de una legislatura tan accidentada. Pero el PP se comporta como si lo tuviese ya todo hecho.

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