La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Franco revive por decreto

No puede ser más correcto desde el punto de vista democrático ni estar más justificado para la dignificación de las víctimas de la guerra civil que sacar del Valle de los Caídos los restos de quien la provocó y prolongó durante cuarenta años. Mantener allí la tumba, con honores, del dictador es una anomalía. No ha podido ser más oportunista, circense y sectaria la forma en que el Gobierno de Pedro Sánchez ha acometido esta tarea.

Que conste que ha sido deliberado y buscado. Consciente de que su Gobierno brilla -bueno, brilló en su día- pero no gobierna, que ha tenido que aparcar las grandes reformas prometidas (laboral, lista de acogidos a la amnistía fiscal, impuesto a la banca, inmigración), que sus aliados desleales (Podemos e independentistas) van perdiendo a marchas forzadas la paciencia porque no les puede dar lo que le exigen (subida de impuestos, descontrol del déficit, derecho de autodeterminación), y que ni siquiera el presupuesto de 2019 está asegurado, Sánchez se ha buscado un trampantojo que tape sus vergüenzas y esconda su debilidad.

Lo ha encontrado en la momia de Franco. Su exhumación sólo le reporta ventajas. Distrae a la opinión pública de los problemas reales que padecen los ciudadanos, sitúa en el centro del debate político una cuestión que no afecta para nada a la vida de la generalidad de los españoles y, con su planteamiento binario y maniqueo, arroja a las tinieblas de la ultraderecha a todo el que ponga pegas a la exhumación: quien no la apoya sin condiciones es inevitablemente franquista, quien la defiende es automáticamente progresista. Así se ha montado el tema.

Con tan poco espíritu de reconciliación y tan poco sentido de Estado que han vuelto a echar mano del procedimiento del decreto -están haciendo bueno a Rajoy en esta materia-, abusando de una interpretación laxa de la Constitución, puesto que las circunstancias de "extraordinaria y urgente necesidad" que lo justifican no se ven por ninguna parte (¿no fue urgente esto de la momia del dictador durante los 22 años de gobiernos socialistas?). Como PP y Ciudadanos rechazan esta vía del decreto, ayudan sin querer a que Pedro Sánchez y Carmen Calvo consigan el gran objetivo: la derecha no vota a favor, luego la derecha sigue siendo franquista.

De este modo estamos distraídos con un asunto de hace 43 años (quizás muchos lectores no sepan que Franco murió, en cama, el 20 de noviembre de 1975) y no pensamos en otros más graves para la democracia como la falta de respaldo del Gobierno al juez Llarena en la querella del prófugo de Waterloo o la desactivación del Senado a efectos de determinar el gasto público. El Senado, esa cámara en la que el PP tiene una mayoría espuria que hay que desmontar, según Echenique...

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