Francia y Andalucía

Macarena Olona sería como una Marine Le Pen a la 'granaína'. Pero Andalucía tiene sus peculiaridades

A los partidos políticos les interesa hacer comparaciones en beneficio propio. Desde el Domingo de Ramos (curioso día para votar) están poniendo a Francia como un ejemplo para Andalucía. En el sentido de que allí se han aliado el centro, la derecha y la izquierda para apoyar a Macron como presidente en la segunda vuelta. O mejor dicho, para que no sea presidenta Marine Le Pen, a la que aquí se pinta como un fiel retrato de Vox. Macarena Olona sería como una Marine Le Pen a la granaína. Pero Andalucía tiene sus peculiaridades, aunque en Madrid y en París sean centralistas y se les note.

En Francia se han hundido los partidos tradicionales. Ya no pintan nada el centro derecha clásico, que dejó de gobernar después de Sarkozy, ni la izquierda socialista del PSF, que ha ido de mal en peor, hasta acabar por los suelos con Anne Hidalgo. En España, el PP y el PSOE todavía no han caído tan bajo. Y, además, que nuestro Macron iba a ser Albert Rivera, y nuestro Mélenchon rejuvenecido iba a ser Pablo Iglesias. Hasta que envejeció la nueva política.

Así las cosas, a Elías Bendodo se le ocurrió decir que Núñez Feijóo es como Macron, en cuanto a las ideas. Con lo cual se supone que, en Andalucía, es Juanma Moreno quien aspira a ser un Emmanuel Macron a la malagueña. Macron aglutina votos del mal menor, desde el centro a la izquierda y la derecha. Una tertuliana de La Sexta criticó a Bendodo porque procede de Andalucía "y a nivel nacional hay gente que estudia". Lo de siempre. Los tontos que van de listos. Pero algo está cambiando, pues dos izquierdistas andaluzas de pro, Inmaculada Nieto y Teresa Rodríguez, defendieron a Bendodo a golpe de tuit, a pesar de "las enormes diferencias ideológicas".

Está bien que Teresa e Inmaculada hayan salido algo melenchonas, porque en Francia hay votantes de la izquierda de Mélenchon que apoyarán a la extrema derecha de Marine Le Pen. Sí, son extremos a pierna cambiada, como dicen ahora. Zurdos que juegan como diestros, pegados a la banda del sistema. Mélenchon está horrorizado, porque él es un izquierdista que se fue del PSF, que ha cumplido los 70 años y tiene un pasado. Hoy es un político de la izquierda guay/chupi, que en España no se lleva apenas, sólo Iñigo Errejón, Mónica García, Esperanza Gómez y gente así del país.

Entonces la pregunta es: si, tras las elecciones andaluzas, Juanma Moreno necesita la abstención de la izquierda, ¿ayudaría Juan Espadas con la línea roja? O no.

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