BREVIARIO

Alejandro V. García

Fascinación

LAS maquinaciones supuestamente corruptas de Iñaki Urdangarín, marido de la infanta Cristina de Borbón, están dejando en un segundo o tercer plano la identidad de sus padrinos: el PP balear y, a falta de confirmación, el valenciano. Baleares y Valencia se han convertido en los imperecederos feudos non sanctos del partido: a pesar del desgaste mediático de personajes como el ex presidente Jaume Matas aún guardan (a la vista está) suculentos episodios. La presunta responsabilidad personal del implicado no debe tapar la incumbencia política. No debemos caer en el mismo error que toda la cohorte que facilitó los negocios de Urdangarín: las fascinación monárquica. Una fascinación que implica no ya admiración legítima sino adulación cómplice. Si atendemos más al personaje que a sus cortejo o nos dejamos cegar más por el couché que por la trama de suceso acabaremos por perder la perspectiva. No sólo es la familia de la Infanta sino la corte política que cayó fulminada por el encantamiento de la realeza la que está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción por las actividades del instituto Nóos, una organización sin ánimo de lucro que en cierto casos obtuvo beneficios brutos del 170% sobre los costes por organizar acontecimientos de atractivo tan incierto como foros deportivos.

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