El Campo de Gibraltar se encuentra en una zona estratégica, puente entre dos continentes y puerta del Mediterráneo. Es punto estratégico en la defensa y de gran importancia económica. Sin embargo, las administraciones llevan años estrangulando su economía, y con ello su sociedad.

Lo del viernes pasado no fue una anécdota del fin de verano, sino muestra de las pésimas comunicaciones que existen. Un simple accidente entre un vehículo y una moto creó colas kilométricas. El Campo de Gibraltar es un área metropolitana y por la A-7 circulan miles de ciudadanos cada día en busca de sus trabajos y en vez de convertirse en un hilo de comunicación fluido es un embudo que se bloquea con el más mínimo incidente.

La A-7 es la columna vertebral, pero los problemas de comunicación son múltiples en nuestras localidades. ¿Para cuándo la circunvalación de Campamento? La palabra fluidez no existe en la salida de nuestras localidades. El desdoblamiento de la carretera del Higuerón es un canto de viejas sirenas, su proyecto fue redactado en el 2008. Un día de playa en Bolonia se convierte en una mala tarde-noche de atascos. El tema de la comunicación ferroviaria, teniendo el importante Puerto de Algeciras es para llorar.

Tenemos una comarca gobernada por todos los tonos políticos. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, es senador por el Partido Popular. Gemma Araujo, exalcaldesa de La Línea, es diputada por el PSOE y Juan Carlos Ruíz Boix, alcalde de San Roque, también del PSOE, es el presidente de la Diputación Provincial. Landaluce, Araujo y Boix son tres ases que deben estar en la mano para solucionar los problemas. Permitidme que introduzca como cuarto as a Juan Franco, alcalde de La Línea, que ha demostrado que sabe jugar tanto con blancas como con negras. Nuestros políticos, encabezados por los alcaldes, deben pedir que se sienten las distintas administraciones y den una solución inmediata. Es un momento bueno, se acercan unas elecciones y esto los ablanda.

La vertebración de un país empieza por unas buenas estructuras viales para dar impulso económico, cultural y social. El ingreso mínimo vital que nuestra comarca necesita es hacer real la circunvalación del arco de la Bahía.

Continuamente nos hablan del ahorro energético. ¿Cuánta energía se derrocha por las malas comunicaciones tanto terrestres como ferroviarias? Quitarse la corbata es postureo político, querer significarse, estilismo personal, desear parecerse al gran político que fue Felipe González con sus cazadoras de pana, pero no ahorro energético. La energía que perdemos con nuestras pésimas comunicaciones no deja sin corbata al presidente, sino en bolas a nuestros políticos.

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