Equilibrismo

Que tome nota Gibraltar, y también España, del grave daño que está causando la falta de trabajadores comunitarios

Hoy lunes 11 de octubre comienzan en Bruselas las negociaciones entre la Unión Europea, y el Reino Unido, en relación a Gibraltar. El mandato que da la Comisión tiene un objetivo prioritario, que es establecer un acuerdo amplio y equilibrado sobre la colonia. Dicha decisión incluye una modificación no sustancial respecto de la propuesta inicial, ya que se incluye la posibilidad que el Estado responsable de la frontera, España, pida apoyo técnico y operativo a Frontex, lo cual se materializará como reconoce nuestro gobierno. Pero ello no obsta a que el mandato establece, como no puede ser de otra manera, que el control y la vigilancia de las fronteras exteriores se realizarían en el puerto, el aeropuerto y las aguas "correrían a cargo de España", con la citada ayuda logística, que nunca sustituye la última facultad soberana de nuestro país. Así lo dice la propia regulación Frontex, Reglamento 2019/1.896, que en su art 7 señala su papel asistencial al responsable principal, que no es otro que el Estado miembro.

La negociación será ardua porque se antoja complicado encajar tal mandato, con las pretensiones gibraltareñas de controlar tal frontera de entrada a la UE, sin ser parte de la misma. Parece imposible a primera vista y la resolución final será parte de la historia. En todo caso, hace bien Gibraltar en prepararse para un escenario de brexit duro, y para ello puede tomar ejemplo de la situación de desabastecimiento que sufre su metrópoli, donde hay abundancia de banderas, pero escasez de alimentos y combustibles, por falta de mano de obra.

Pero además de la incógnita a dilucidar en estas negociaciones, respecto al control fronterizo como claro ejercicio de soberanía, habrá que estar atentos también al cumplimiento del objetivo de equilibrio que se marca como prioridad. Porque igualdad entre Gibraltar y su Campo, ha habido poco. Las diferencias económico-tributarias, y en especial respecto a los trabajadores y jubilados son abismales, y sin la regulación armonizadora de la UE, se antoja que serán mayores y más desequilibradas, no menos. Otra cuadratura del círculo.

Que tome nota Gibraltar, y también España, del grave daño que está causando la economía del Reino Unido la falta de trabajadores comunitarios. Y que ello sirva para que la UE ponga en valor en tales negociaciones el esfuerzo y trabajo que hacen miles de empleados españoles por sostener la economía de la colonia, que sin ellos colapsaría. Siempre se esgrime que la colonia da empleo, pero nunca presumimos de lo que damos nosotros que es más, personas cualificadas y mas que eficientes, y que además sufren discriminación respecto a sus compañeros llanitos, y ejemplo es que no perciban el llamado Community Care.

Equilibrismo puro.

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