Editorial: Presupuestos de inversión desconocida

LA consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, presentó ayer en el Parlamento el proyecto de Ley de Presupuestos de Andalucía para 2012, el último de la actual legislatura. Dos horas después parte de los consejeros visitaron las provincias a las que están más vinculados para dar cuenta de los mismos. No obstante, a diferencia de lo habitual, esta vez los consejeros no expusieron los presupuestos provincializados. La razón no puede ser otra que la caída de la inversión pública que recoge el proyecto, lo que constituye su principal déficit, por ser un obstáculo importante para la creación de empleo. Esta bajada, que se añade a la del ejercicio anterior, es particularmente evidente en algunas consejerías significativas, como la de Obras Públicas, que lastrará el desarrollo de infraestructuras necesarias para la región, o la de Turismo, que afecta a un sector puntero y sometido a una fuerte competitividad. En la tesitura de afrontar unas elecciones dentro de unos meses con perspectivas desfavorables, la Junta ha optado claramente por el mantenimiento de las prestaciones sociales, en especial las de educación -la única que registra un aumento de dotación-, salud y dependencia social. Con esta prioridad, el Gobierno andaluz envía un mensaje de reafirmación socialdemócrata al electorado y de contraste con las políticas de ajuste y recortes practicadas en algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP, algo que también se refleja en la subida de algunos impuestos. La contrapartida es, obviamente, que se sacrifica la inversión productiva, puesto que el objetivo del control del déficit y la estabilidad presupuestaria continúan siendo datos imprescindibles de la corresponsabilidad con las políticas nacionales. Consciente de ello, la Junta ha tratado de suavizar el efecto negativo de la no provincialización de las inversiones argumentando que se trata de un nuevo método de presentación de los presupuestos, pero que las inversiones programadas se mantienen. Pero sin números concretos que comprometan es imposible creer que haya un esfuerzo inversor. Así son las cosas.

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