Juan José Rivera, un libero observador de todo lo que tiene que ver con Algeciras, admirador como yo del gran artista, mitad algecireño mitad sanroqueño, Antonio López Canales, ha publicado en una entrada (post) de la asociación AEPA2015, un documentado artículo sobre Arturo Company Barber, un artista valenciano, profesor de Dibujo, al que basta referirse como don Arturo para que una buena cantidad de gente madura, de la comarca, sepamos de quien se trata. Sus alumnos del Instituto –en especial López Canales, que bien podría ser señalado como su sucesor− tenemos grabada la sensación de verle entrar en el aula con un gran compás de madera bajo su único brazo, el derecho, del que se servía con sorprendente habilidad para trazar circunferencias en la pizarra o para marcar medidas en algún proyecto geométrico.

Arturo Company, autorretrato.

El pasado día 28 se han cumplido cien años de su nacimiento en Tabernes de Valldigna, una ciudad costera al sur de Valencia. Su propósito de dedicarse por completo a la pintura no consiguió realizarse y redirigió sus pasos hacia la enseñanza. Como suele suceder, el artista encontró en la transmisión de sus saberes, experiencias y habilidades, un recurso inesperado para satisfacer sus inquietudes. Llegó a Algeciras en 1950, a la Escuela de Artes y Oficios, de la que sería pronto nombrado (mayo, 1951) secretario por decisión unánime del claustro de profesores (v. Manuel Correro, “Cien años de la Escuela de Arte, los hombres que dejaron su huella”, El Faro 2009, AEPA 2016). En octubre de 1952 es nombrado profesor adjunto del Instituto de Algeciras, junto a otros inolvidables profesores, entre los que debo destacar al de matemáticas, don Nicolás Sánchez Herrero, físico de carrera al que debo la formación inicial y el interés que me llevaron en 1967 a convertirme en catedrático de matemáticas de instituto y en 1975 de universidad.

Esas promociones que llegaron entonces a nuestro querido Instituto, fueron fundamentales para la ciudad y en ellas don Arturo –que más tarde sería catedrático en el Instituto de Ceuta− tuvo una influencia extraordinaria. La lista de alumnos brillantes que ingresaros en los primeros años cincuenta en el Instituto de Algeciras agrupa a las mejores biografías entre nuestros paisanos. A ellas pertenece, en un lugar muy destacado, tal vez el primero, Pilar López García (v. Europa Sur, 27.11.2009), brillantísima. Una de las primeras mujeres que accedieron en España al funcionariado de Aduanas.