Crónica Personal

Desinflamación

Torra ha ganado pequeñas batallas que, sumadas, le convierten en una figura que está imponiendo su criterio

Es una palabra que Sánchez y su gobierno pronuncian en cuanto se menciona Cataluña. El presidente, en su empeño por demostrar que con diálogo se solucionan todos los problemas y se consigue la desinflamación, ha dado una serie de pasos que han provocado sorpresa, indignación, estupor, inquietud y esperanza, según la ideología y la capacidad de análisis de aquel a quien se pida opinión.

Sánchez es experto en capitanear operaciones de alto riesgo, y hasta ahora le han salido bien. Su audacia le ha permitido recuperar la Secretaría General de su partido y hacerse con el Gobierno. Cree que ese comportamiento puede cambiar el mapa actual de Cataluña, dominado por políticos independentistas -que no por ciudadanos independentistas-, pero esa audacia llevado al terreno en el que se mueve Quim Torra, un iluminado.

Llega el día D y, para decepción e incomodidad -por no decir indignación- de quienes están en contra del independentismo, Torra ha ganado pequeñas batallas que, sumadas, le convierten en una figura que está imponiendo su criterio al presidente de gobierno. Exigió una reunión de los dos gobiernos para difundir una imagen de igualdad, de bilateral. El equipo de Sánchez se negó de plano, pero ha acabado aceptando reunión de los dos presidentes y, también, de varios ministros de cada lado. Todo sea por la desinflamación. Que no existe, para desgracia del presidente de gobierno; no por mucho mencionarla es está viviendo. La prueba es que los CDR pretenden paralizar Cataluña este viernes, envalentonados además por un Torra que les pidió que "apretaran". Han lanzado el mensaje de que hay que impedir que, una vez celebrado el Consejo de Ministros, el Gobierno pueda abandonar la Lonja para regresar a Madrid. Habrá que ver cómo organizan este viernes la seguridad de los barcelonesas, y del gobierno de España, los cuerpos y fuerzas de la Seguridad del Estado, cómo se coordinan Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil.

Lo más irritante de lo que está ocurriendo -y veremos cómo se desarrolla el día- es que se podía haber evitado a poco que el presidente Sánchez hubiera actuado con una mínima prudencia antes de anunciar una reunión del Gobierno en Barcelona cuando las espadas independentistas estaban tan en alto. Pero le pudo su afán por aprobar los presupuestos aunque fuera con ayuda de los que quieren escindirse de España, y le pudo su optimismo ante lo que sólo él presidente ve: la desinflamación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios