Derecha, derecha

Casado y Rivera son de la misma generación, y Sánchez empieza a parecerse al pasado efímero

Hay un decir que valora la respuesta del interlocutor que contesta a quien, sabiéndole gaditano, requiere mayor concreción. De "Cai, Cai"; quiere decir de Cádiz capital. Un insistente tercer "Cai" remitiría al casco histórico, de intramuros. A los de extramuros se les llama "beduinos" porque cuando empezaron a poblar esos asentamientos, venían a habitar el desierto. En las murallas una bandera morada que debiera ser roja, recuerda la del cantón constituido en la madrugada del día 19 de julio de 1873, en pleno delirIo cantonalista de la Primera República.

Si el tal dice, una sola vez, Cai, es de la provincia, y si lo piensa o no contesta es de Algeciras o de Jerez. La inteligencia y el ingenio se dan en hélices entrelazadas por estos pagos de María Santísima. No es pasión de lugareño, sino constatación de una realidad que puedo comparar con otras muchas. Esa conjugación del vocablo Cai me parece ajustada a la interpretación relatada; por más que yo me sienta muy gaditano. Recurro alguna vez a ella, pensando en otras cosas. Ahora lo hago contemplando la política convulsa de estos tiempos a los que hemos llegado envueltos en la dulzura de la primavera y en los calores del verano.

El tetrapartidismo que ha seguido al bipartidismo no ha acabado con esa tendencia natural de éstos o los otros. Además, el bipartidismo no se acabaría sustituyendo a dos por otros dos: no se acaba con el bipartidismo si dos partidos hegemónicos son reemplazados por otros dos también hegemónicos. El bipartidismo como concepto prevalecería. El tetrapartidismo se presenta como un panorama de vasos comunicantes que cambia intercambiando sus contenidos. Pues derecha e izquierda son ya, en política, términos imprecisos y difusos. Hoy por hoy, no hay suelo ni para Ciudadanos ni para Podemos, pero sí para el PP y para el PSOE, que disponen de un quantum fundamentado en la ideología y fortalecido por el anclaje sociohistórico. Como con lo de Cai, la derecha, derecha, es el PP, que recupera encaje tras la debacle de un aparato bastardeado por la pérdida de identidad. Volver a decir "derecha", nos llevaría al residuo sólido de Vox. El titubeo se queda en Ciudadanos que es derecha, sí, pero también otras cosas, algunas por determinar. Por otra parte, la frescura de la juventud ya no vale. Casado y Rivera son de la misma generación. Mientras Sánchez empieza a parecerse cada vez más al pasado efímero.

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