Sonrío cuando escucho que en España no tenemos una democracia plena. Esa frase está de más, está algo trasnochada. Mis hijos ya son mayores, mujer y hombre, y ellos solo han conocido la democracia, democracia plena en España. Yo soy una persona mayor, de 1961, y recuerdo poco de la dictadura.

En mi pueblo, La Línea de la Concepción, vivimos en democracia, en una democracia madura. Cada cuatro años celebramos la fiesta democrática más cercana del pueblo, las elecciones municipales. Hemos tenido gobiernos municipales de todos los colores. En las primeras municipales, abril de 1979, ganó el PSOE con 13 concejales, mayoría absoluta de los 25. Recuerdo una corporación con varias dimisiones, sustituyéndose por otros compañeros del Partido Socialista. También dimitió nuestro primer alcalde democrático, Francisco Niebla, sustituido por Juan Carmona de Cózar. En ese momento sí podíamos decir que era una democracia joven.

En 1983 el PSOE ganó las elecciones con 22 concejales y también las terceras elecciones, en 1987, aunque con 16 concejales, AP cinco, PA tres y CDS uno. En las cuartas elecciones (1991) logró 11 concejales y Salvador Pagán mantuvo la Alcaldía.

Fue en el año 1995 cuando tomó el bastón de mando el Partido Popular, con José Antonio Fernández Pons, con 12 concejales. Pero se lo arrebató el GIL en 1999, con 17 concejales. Juan Carlos Juárez Arriola fue el alcalde casi durante tres mandatos. En 2003, Juárez encabezó la lista del Partido Popular, con una victoria y 20 concejales. En 2011 ganó el Partido Popular con 11 concejales, sin embargo gobernó el Partido Socialista (10) en coalición con el Partido Andalucista (dos) e Izquierda Unida (dos), siendo la alcaldesa Gemma Araujo Morales.

En las elecciones del 2015, el PSOE ganó con 7.500 votos (nueve concejales) frente a los 6.800 de La Línea 100x100 (también nueve concejales), pero gobernó Juan Franco Rodríguez en coalición con el Partido Popular, que tenía cinco concejales.

En las últimas elecciones municipales, el 26 de mayo 2019, Juan Franco Rodríguez arrasó. Tiene una holgada mayoría de 21 concejales, quedando el PSOE con tres y el PP con uno. Hemos tenido grandes mayorías: del GIL en 1999 con 17; el Partido Popular en el año 2003 con 20; estas últimas elecciones, La Línea 100x100 con 21; y en 1983 el Partido Socialista con 22. ¿Alguien puede dar más? Lo dicho, en mi pueblo somos participativos en el juego democrático. Cuando los partidos, los políticos, creen que han ganado las elecciones, quien gana es el pueblo que ha puesto en el poder a los que ha querido. Los pone de forma interina para que trabajen por la ciudad, por la ciudadanía. El pueblo es soberano, elige en cada momento lo que desea y le da la espalda cuando no les convence. Tengo la total seguridad de que todos ellos han intentado hacer lo mejor por esta olvidada ciudad, pero ¡cuidado! que el cambio de papeleta es rápido.

Con mirada histórica, cuando un alcalde se ha puesto delante de la pancarta reivindicativa le acompañan las entidades cívicas y el pueblo, como haremos con el proyecto del trazado de la interconexión de Red Eléctrica. Pero cuando da la espalda a una preocupación popular, como está ocurriendo con el tema de las facturas de Aqualia, electricidad con agua crean cortocircuitos.