Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Debilidades

El Gobierno andaluz da muestras de que es cada día más permeable a las presiones que le llegan de fuera

En Andalucía hubo un tiempo en el que se podía pasar de ser el portavoz oficial de la Junta a director general de Canal Sur en 24 horas sin que se levantaran más protestas que las de rigor del entonces acobardado PP, que no lograba hacer mucho ruido. Era la época en la que Manuel Chaves y Gaspar Zarrías hacían y deshacían en la Junta y ya entonces la televisión autonómica no era otra cosa que una finca del Gobierno que servía de eficaz altavoz en una región adormecida. Algunas cosas han cambiado. Pero Canal Sur, no. Los que venían con la bandera del cambio no han hecho otra cosa que imitar a sus antecesores, pero ni de lejos, superarlos porque lo tenían muy difícil. Lo que ha ocurrido ahora con el relevo del director de Informativos, tras una huelga de dos días y de una enorme presión sindical, no es más que otro episodio que refleja cómo desde San Telmo se considera a la televisión como un apéndice al servicio de sus intereses, para desesperación de los magníficos profesionales que hay en esa casa, que sólo aspiran a ejercer un periodismo comprometido y digno. Y que, a pesar de los pesares, lo consiguen.

Nada nuevo bajo el sol en Canal Sur. Si merece la pena un comentario es porque el relevo en Informativos se produce en medio de otras noticias que reflejan que el Gobierno de Juanma Moreno empieza a dar muestras de una creciente debilidad ante las presiones externas. En muy pocas semanas se ha dado tres circunstancias que invitan a la reflexión: la primera fue el cambio de las normas para hacer frente a la pandemia para contentar a los empresarios de la hostelería, que amenazaron con movilizaciones y con una gran manifestación en Sevilla; la segunda, la escenificación del fin de la subasta de medicamentos después de que los empresarios de farmacia pusieran el grito en el cielo porque después de dos años en el poder no se hubiera cumplido la promesa de eliminarla ni hubiera voluntad de hacerlo. La tercera ha sido el relevo en Canal Sur en medio de un clima de conflictividad laboral.

Parece, por tanto, que la imagen de solidez que lograba transmitir el equipo de Juanma Moreno, más allá de algún rasguño menor, empieza a resquebrajarse a ojos vistas. Ceder a las presiones y decir un día lo contrario de lo que se proclamó el anterior produce una sensación de inseguridad en los gobernados, que es lo menos adecuado en los complicados tiempos que vivimos.

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