Debilidades estructurales

Lo que más obstaculiza el desarrollo equilibrado de la sociedad es la falta de debate sobre sus subsistemas

El sistema educativo que padecemos en España está demasiado influenciado por la ideología dominante y cuanto más reduzcamos esa influencia, mejor. Es frecuente en las democracias poner de manifiesto el fuerte interés de las dictaduras por controlar los currículos escolares y todo lo que se ponga por delante. Y ese propósito alcanza más espacios de lo que nos creemos, porque incluso en las ciencias clásicas es posible dar un tono subjetivo a las evidencias y, sobre todo, a las interpretaciones de los fenómenos espontáneos o inducidos. Por ejemplo, en el programa del Partido Comunista -confeccionado bajo la autoridad de Lenin- de la (histórica) Unión Soviética (URSS), las escuelas eran consideradas "instrumentos de regeneración comunista de la sociedad". Hitler se refería en Mi lucha, al Estado por él soñado, el nacional socialista, adjetivándolo de racista como si el calificativo fuera algo deseable: "La culminación de toda labor educacional del Estado racista, consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le está confiada, la noción y el sentimiento de raza". Conviene, llegado el momento, advertir que raza es un concepto vacío de significado, no hay ninguna diferencia esencial entre los seres humanos que permita disponer de un apoyo científico a la diferencia: somos una especie única, y muy cercana a los simios.

Las democracias lo serán más cuanto menos se parezcan a las dictaduras. Esta afirmación de Perogrullo es equivalente a esta otra: el poder político en una democracia está obligado a preservar la libertad e independencia de las instituciones y a protegerlas frente a cualquier iniciativa que suponga intervenirlas o controlarlas. Lo que más obstaculiza el desarrollo equilibrado de la sociedad es la falta de debate sobre la estructura y el funcionamiento de sus subsistemas. Gobierno y oposición no llegan a un acuerdo sobre los actores del Poder Judicial porque lo que importa a las oligarquías de los partidos es controlarlo. Es lo que está pasando en la administración del sistema educativo, en el gobierno de las universidades, en el diseño curricular de los programas y en los contenidos de las materias que los desarrollan. Y es lo que pasa cuando como valor añadido a nuestras debilidades estructurales, entendemos, como se entiende, que la democracia puede ser aplicada en donde existe una jerarquía de capacidades o de saberes.

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