Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Cuento de verano

Cuentan que hubo algún intento de colar unas raciones de 5J, bolsas de regañás y varias botellas de manzanilla

Ha supuesto una grata sorpresa la formación de un Gobierno de concentración y paritario formado por los principales partidos españoles y los nacionalistas moderados, con un presidente y tres vicepresidentes que garantizan su cohesión y representación ponderada en el Ejecutivo. Este pacto ha alejado definitivamente el fantasma de unas nuevas elecciones y permitirá la presentación en septiembre de unos Presupuestos Generales del Estado con un ambicioso programa de inversiones y una apuesta por la mejora de los servicios públicos esenciales (sanidad, educación y dependencia) y de las pensiones. La noticia, obviamente, ha sido acogida con jolgorio: la Bolsa se ha disparado y España es ejemplo internacional de sensatez y estabilidad, hasta el punto que de que importantes empresas han expresado ya su deseo de reforzar su presencia en nuestro país ante la zozobra existente en otros, como Reino Unido a causa del Brexit.

La clave del acuerdo ha partido del cambio de paradigma: subrayar los objetivos comunes y dejar a un lado las diferencias; anteponer los intereses de los españoles a los particulares y partidistas. No fue fácil, pero los cuatro líderes cumplieron su compromiso de encerrarse en una sala del Congreso y de no salir de ella hasta tener un texto pactado. Ayudó mucho que solo pudieran beber agua de los lavabos y que la única comida de que dispusieran fuesen unos escasos bocadillos de pan duro, porque los camareros y cocineros de la Cámara Baja se habían ido de vacaciones. Cuentan que al otro lado de la puerta se oyeron sollozos y que hubo algún intento de colar unas raciones de 5J, bolsas de regañás y varias botellas de manzanilla por una ventana, pero el blindaje del habitáculo era total. También jugó un papel relevante la presión ejercida, vía whatsapp, por los otros 346 diputados y 265 senadores, sin sueldos y sin dietas mientras el futuro gobierno no fuese pactado.

Las consecuencias para el Campo de Gibraltar han sido muy positivas. Tanto es así que en el anexo de proyectos inminentes se hace referencia expresa a la construcción de una nueva conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla, es decir, con una vía por sentido y sus correspondientes subestaciones eléctricas, así como al desdoble de la N-340 desde Algeciras a Vejer, nada de chapuzas de tercer carril. Eso en materia de infraestructuras, porque, en el ámbito fiscal, el Campo de Gibraltar será una zona de baja tributación para atraer a las empresas con sede en Gibraltar que, a partir del 1 de noviembre, deberán buscar nuevo domicilio para acceder a los mercados de la UE. En cuanto al área social y para combatir desde las aulas el narcotráfico y el contrabando, se ha llegado, al fin, a un acuerdo con la Junta de Andalucía para poner en marcha un ambicioso plan específico de formación profesional y educativo. Bienvenidos a la Arcadia.

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