Seamos prácticos en lugar de tremendos, ahora que no se estila. Lo práctico es averiguar por qué se va a pique un barco que encalló hace seis meses y no tirarse el alquitrán a los ojos. Es práctico para quien debe pagar la factura del rescate que el barco se hunda. Ya no hay nada que rescatar. Sería práctico obligar a quien debía pagar el rescate asumir los gastos originados por el naufragio anunciado. Los gastos de la limpieza del mar y las playas, no los gastos de gasolina del desfile de aquellos que se tiran el alquitrán a los ojos y no averiguan por qué se va a pique un barco que encalló hace seis meses. Lo que no es práctico es que otro chatarrero termine bajo el agua para comprobar si alguien hace rabona porque no es periodo electoral. Tampoco es práctico que los vertidos acaben con las medusas. Afortunadamente parece que en realidad han muerto por el temporal. No se le ocurra a alguno decir que no hay mal que por bien no venga.