La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

¿Conspiración de jueces?

Para eludir su responsabilidad en la ley chapucera, Irene Montero acusa a los jueces de machistas e iletrados

La combinación de incultura, arrogancia y adanismo explica la actitud de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el caso de la ley del Sólo sí es sí y sus efectos favorables para algunos delincuentes sexuales. Reacciona como la tópica madre del soldado que iba con el paso cambiado: todos los demás se equivocaban, sólo su hijo desfilaba bien. Solamente Montero acertaba con su ley, todos los demás que le pusieron objeciones fallaban.

Para eludir sus responsabilidades en la gestación y redacción de la ley chapucera, la ministra ha resucitado uno los chivos expiatorios predilectos del agrietado bloque podemita: los jueces. Claro, como son machistas con toga, cuando no fascistas emboscados en el aparato del Estado siempre atentos a frenar el progreso de la gente corriente, carecen de formación en cuestiones de género o sencillamente incumplen y sabotean todas las leyes que suponen un avance de los derechos humanos...

En realidad todo esto es una monserga nacida de la burbuja ideológica y social en la que vive la ministra. Probablemente la mayoría de los jueces tienen una mentalidad conservadora, pero una inmensísima mayoría aplican y hacen cumplir la ley. La verdad es ésta: los veinte magistrados del Poder Judicial alertaron a su debido tiempo de que esta ley, por mala, iba a deparar mejoras en la situación penal de muchos delincuentes sexuales. En segundo lugar, se puede demostrar empíricamente que la mayor parte de los magistrados tienen formación y sensibilidad sobre la violencia de género. En tercer lugar, todas las asociaciones de jueces, todas, han rechazado los insultos y descalificaciones de Montero y Echenique. Esto no va de ideologías, sino de respeto a la división de poderes que está en la base del Estado democrático. Ahí va un caso próximo: la sala del TSJ de Andalucía que ha reducido dos años y medio la condena a un vecino de Alhendín que agredió sexualmente a su ex mujer la integran tres jueces. Dos de ellos son progresistas, y a uno, José Manuel de Paúl Velasco, lo reconozco como el magistrado más izquierdista, seguramente, con el que me he encontrado en Andalucía y más comprometido con la lucha feminista. ¿Será un machista con toga o un fascista oculto presto a salvar a los violadores?

Es más sencillo, Irene: Eva Perón fue un desastre para la Argentina de 1950. Pretender ser Evita en la España de 2022 es ya una aberración. Y un imposible.

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