La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Cobardía y mentira de Puigdemont

Diga hoy lo que diga, el golpista catalán mentirá. Incluso si no dice nada. Miente hasta cuando calla

En el País Vasco y en Cataluña se ha manipulado la historia desde hace años en los textos escolares, con el consentimiento por omisión de los sucesivos gobiernos de España que cedieron estúpidamente las competencias educativas, enseñándose ficciones nacionalistas y antiespañolas que han maleducado a varias generaciones. Una de estas ficciones es ocultar el apoyo abrumador que Franco tuvo entre la burguesía vasca y catalana. Otra es la de mantener que el franquismo aún vive para desacreditar, desde la derecha nacionalista del PNV, CiU o PDeCat, a la derecha española como heredera del franquismo o directamente franquista.

En su discurso de ayer Puigdemont ha jugado con sus medias palabras cobardes a identificar su golpe con Companys y el actual Estado de Derecho con "el orden y la legalidad" franquista, reivindicando "paz y firmeza democrática frente a la bajeza del franquismo", afirmando que "el Gobierno central sigue escogiendo como socios de manifestaciones a los que levantan el brazo" y llamando "imposiciones y agresiones" a la aplicación de los principios constitucionales y legales que con infinita (y a veces hasta incomprensible) paciencia aplican el Gobierno y los jueces. Para acabar acusando directamente al Gobierno de complicidad con aquel crimen: lejos de "reconocer por parte del Estado español el trato que merece la figura histórica de Companys, el PP sigue vanagloriándose" de su detención y su fusilamiento.

Asquerosas mentiras. ¿Pero qué más da si estamos en la era de la posverdad? Celebrar al Companys entregado por los nazis a Franco y fusilado por este, y silenciar al Companys justamente arrestado por la Segunda República tras el golpe de 1934, es una infame tergiversación histórica. Es de vergüenza que Puigdemont diga que "Companys fue víctima de un combate muy desigual entre la legitimidad democrática y la bajeza del franquismo". Porque también combatió la legitimidad democrática de la II República. Es tan cierto que fue fusilado por Franco el 15 de octubre de 1940 como que fue detenido por la República el 6 de octubre de 1934 tras enfrentarse a su legalidad constitucional; lo detuvo el general Batet, tan leal a la República que fue fusilado tras negarse a secundar el golpe de Franco. Diga hoy lo que diga, o aunque no diga nada, el golpista catalán y los suyos mentirán. Porque mienten hasta cuando callan.

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