Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Caiga quien caiga

La mejor prueba de que el sistema funciona es que cada semana se producen detenciones

No está siendo una entrada de año en la que destaquen las buenas noticias para la comarca. La muerte de la joven Natalia por un navajazo en El Rinconcillo y la violación de una menor en el Llano, unidas al importante desmantelamiento de una red de fraude en la estiba y a las detenciones de cuatro guardias civiles, un inspector de Policía y un miembro del Servicio de Vigilancia Aduanera en diferentes operaciones contra la corrupción han jalonado estas primeras semanas de titulares oscuros.

La primera impresión que nos puede venir a la cabeza es que nos encontramos ante un repunte de la delincuencia en la comarca, pero más allá de los execrables delitos cometidos contra las personas, muchas de esas noticias son consecuencia directa de una notabilísima mejora en la lucha contra el crimen por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y del trabajo sin descanso desempeñado por jueces y fiscales.

Rara es la semana en la que no se asesta un golpe a las mafias del narcotráfico, a las que trafican con las vidas de quienes tratan de atravesar el Estrecho o a quienes aprovechan sus puestos en la administración pública para su beneficio propio. Nuestra comarca es un enclave geográfico estratégico a nivel mundial, lo cual comporta elementos muy positivos, como tener el mejor puerto de España, y servidumbres negativas conocidas por todos. Y como consecuencia, es inevitable que el crimen organizado trate de sacar tajada de la cercanía de Marruecos para importar hachís y del movimiento de toneladas de mercancías en los muelles, logrando a veces la colaboración de individuos dispuestos a dejarse sobornar por hacer la vista gorda o colaborando de forma directa con esas redes delictivas.

Posiblemente no haya un paso más desagradable para un policía o un guardia civil que descubrir que un compañero está implicado en actividades delictivas y por eso, precisamente, es necesario subrayar el esfuerzo de quienes se encargan de tan ingrata tarea. La mejor prueba de que el sistema funciona es que cada semana se producen detenciones y de que la persecución del delito es constante, caiga quien caiga. Los cobardes jamás han escrito la historia.

En este contexto, es evidente que muchas de las noticias que vemos no favorecen la imagen de la comarca, pero la solución a los problemas no pasa precisamente por echarles una manta para taparlos. Más bien al contrario: Para lograr un diagnóstico certero, mejor será que mantengamos los focos encendidos. Si hace dos años comenzaron a llegar refuerzos para luchar contra el narcotráfico fue, precisamente, a la presión popular y a que los medios de comunicación nos hicimos eco del aumento de la violencia de las bandas. Ahora estamos viendo los resultados positivos de ese pulso al crimen.

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