Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Café para todos en la pandemia

No hay 17 virus distintos ni 'hechos diferenciales' que justifiquen que cada comunidad aplique medidas dispares

No sucederá porque hay demasiados intereses cruzados y mucho miedo a abrir el debate, pero una de las conclusiones más nítidas que podemos sacar de la pandemia a la que aún nos enfrentamos es que el modelo de Estado de las autonomías ha demostrado preocupantes signos de ineficacia para afrontar una crisis como la presente. El test de estrés que ha supuesto para todos la Covid-19 ha dejado en evidencia que el galimatías competencial que hemos venido construyendo en España a lo largo de los últimos 40 años necesita una redefinición por el bien y, especialmente, la salud de todos .

La declaración del Estado de alarma por parte del Gobierno, aunque tardía, sirvió en los primeros meses para adoptar medidas duras que pasaron por una recentralización de las competencias en el Ministerio de Sanidad. Pese a que hubo muchas voces que tildaron de "autoritarias" decisiones como el confinamiento domiciliario o el uso obligatorio de las mascarillas en los espacios públicos, los resultados demostraron que los esfuerzos y sacrificios hechos por todos merecieron la pena. Los contagios descendieron a niveles asumibles, hasta poder recuperar cierta normalidad.

La devolución de las competencias sanitarias a las autonomías en el mes de junio conllevó que estas asumieran no solo el mando, sino también su responsabilidad a la hora de afrontar la situación bajo la tutela y coordinación del Estado. No ha sido así en muchos casos. No hay 17 virus distintos ni hechos diferenciales que justifiquen, por ejemplo, que los horarios de apertura de los bares y los comercios varíen entre comunidades o que se den consideraciones dispares a las familias, las personas allegadas y los turistas en función de su lugar de residencia o de destino. Es ahí donde hemos fallado, donde más se ha echado en falta una coordinación eficaz entre los diferentes gobiernos y donde ha escaseado una autoridad sanitaria única. Tampoco se entiende que en las reuniones del Consejo Interterritorial de Salud se hayan alcanzado acuerdos por unanimidad que, inmediatamente, han sido puestos en solfa. Lo han hecho, entre otros, la Generalitat de Cataluña -hay elecciones a la vista- pero también la trumpetera Isabel Díaz Ayuso, con dotes más que demostradas para ser dignísima heredera de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.

El espíritu del "café para todos" patentado por Manuel Clavero en la década de los 80 no solo consistía en el acceso de todas las regiones a un nivel de competencias similar, sino que a la hora de cumplir con las obligaciones, todas lo harían de manera uniforme. Y leal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios