La Cabaña, otra forma de enseñar

El juego permite a los niños manifestar sus vivencias, necesidades y conflictos

Abundando en mi artículo anterior y en la importancia de educar en contacto con la naturaleza, quiero hablarles hoy de un proyecto que sigo hace tiempo, y que se desarrolla en Madrid hace varios años, con una algecireña, Palma Álvarez, junto a su colega de profesión Carla Verneuil. Ambas son maestras de Educación Infantil y expertas en atención temprana; Palma, además, es pedagoga. El madrileño Parque del Retiro es su lugar de trabajo y su proyecto, parte de la necesidad y el derecho de los niños a jugar al aire libre, dándoles, además, un acompañamiento de calidad que los vincule con la naturaleza y con la vida.

La Cabaña es un proyecto enfocado a niños de entre 3 y 6 años y esta forma de trabajo, basada en el juego y en contacto con un espacio verde, tiene innumerables beneficios relacionados con la reducción del estrés, la mejora del desarrollo cognitivo y el aumento de la capacidad de razonamiento y la observación. El contacto con el medio natural fomenta también un cambio de conciencia y una nueva relación con el planeta desarrollando en los niños una conciencia conservacionista.

En los primeros siete años de vida el juego es la actividad más importante para el desarrollo infantil. Peter Gray, investigador en el Boston College en EEUU, defiende el juego libre como la base de aprendizaje del propio niño. En sus libros y conferencias habla sobre la libertad de aprender mediante el juego y cómo el aprendizaje lúdico garantiza niños felices y seguros de sí mismos. En un artículo publicado en la Revista de pediatría en Atención primaria de Madrid, en 2019, el Dr. Juan Sanz Cano defiende la importancia del juego como aspecto fundamental en la vida del niño para desarrollar sus capacidades intelectuales, emocionales y motoras. El juego permite a los niños manifestar también sus vivencias, necesidades y conflictos.

El periodista medioambiental José María Montero, en su ponencia de clausura ¿Por qué a los niños les gusta subirse a los árboles?, compartió ante más de 100 pediatras reunidos en el evento Growth22, que tuvo lugar en el mes de junio en Madrid, muchas de las evidencias en torno al llamado "trastorno por déficit de naturaleza " y el "carácter reparador que la simple contemplación de un espacio silvestre tiene en los humanos" .

Son por tanto muchos los especialistas que, desde diversos entornos académicos, defienden la utilidad de un proyecto como La Cabaña, donde Carla y Palma desarrollan esta otra forma de enseñar, basada en una pedagogía activa y enlazada con la llamada metodología bosque-escuela. He sido muchos años profesora de Biología y han sido numerosos los proyectos que con mis alumnos he realizado en el medio natural. Me alegra que existan iniciativas como estas que, desde la infancia, ponen a los alumnos en contacto con la naturaleza.

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