Siempre fui de referencias. No tuve un hermano menor al que enseñar y sí tres mayores de los que aprender. Así que, si te llevo hasta el blog lo primero que podrás observar es que esta columna se llama como él. Es una herencia, un rescate, una necesidad. Hay una frase destacada que afirma: "Viejas habitantes del mundo, las palabras se convierten cada día en nuestras sinceras compañeras de viaje". Por eso son tierra, "Tierra de palabras", porque caminamos en ellas. Lo curioso es que mi hermano mayor fue de pocas; ahora sé que todas se acumulaban en libretas de todos los tamaños y formas o se hacían sus compañeras entre las páginas de libros, revistas o periódicos que siempre habitaban sus manos. De hablar, poco; mucho de observar, de tomar nota de la emoción primero y sacar su libretita y anotar la precisa sensación que horas después, de no haber sido anotada, podría ser humo de palabras. Pocos son los consejos que me dio; me escribía poemas y cartas. No era mucho de corregirme; si consideraba que algo había que revisar, las pocas veces que lo hizo, lo hacía con su pausada sabiduría.

En sus datos personales, contesta: Intereses: "La vida en general, un segundo intenso, todas y cada una de las palabras inventadas o por inventar, el alma de un poema"; música favorita: "¿Puede uno tener una música favorita?"; libros favoritos: "Empecé leyendo tebeos y ahora leo hasta los prospectos de las medicinas, y en todo ese espacio entre paréntesis cualquier libro, por malo que sea, esconde almas". Su foto de perfil es parte de su pie, hundiéndose en una arena de color mediterráneo.

Allá por octubre de 2007, con una de esas inmarcesibles fotos suyas del sol ocultándose tras la montaña de arena, nos deja esta orilla titulada "OJO": "He visto la vida deshacerse tantas veces… Mis ojos han nublado su fijeza limpia frente al mundo dolorido y han llorado en catarata imparable, en río revuelto, en mar encrespado. Frente al hombre azote de los días y las cosas, he plantado mi mirada interrogante y revolucionaria sin apenas entender nada, ni tanto odio. Ahora dejo caer los párpados, indago hacia lo más profundo, en la confusión de pasados. En la oscuridad del instante, un rayo estalla en arco iris y descubro una luz, una nueva claridad luminosa que deposita la esperanza allí donde depositaba las lágrimas".

Si quieres más, visítalo: tierradepalabras-tierra.blogspot.com. No es un blog inacabado, contiene la tierra justa y necesaria.

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