José Ignacio Landaluce Calleja

Alcalde de Algeciras e impulsor de la Red de Ciudades Ramal Central

Bienvenido a bordo, Puerto Seco de Antequera

Ahora tenemos puertos que no tocan el agua pero que siguen siendo igual de importantes para el tráfico de mercancías

El Puerto Seco de Antequera.

El Puerto Seco de Antequera. / E.S.

Algeciras ha sido, desde la noche de los tiempos, puerta y puerto entre dos continentes, cruce de caminos y encrucijada de culturas con el mar Mediterráneo, este Mare Nostrum, como testigo privilegiado de nuestra historia.

Hace unos días, Algeciras y su mar volvió a ser ese punto de partida en el que aunque los caminos se separen, comparten un mismo destino. Tuvimos ocasión de desear al capitán Francis Joyon la mejor de las suertes para que, al gobierno de su maxi-trimarán, consiga el reto de conseguir cruzar el Océano Atlántico batiendo el actual récord, establecido en pocos segundos menos de los seis días y catorce horas y media.

Pero, como decía, eran dos caminos los que se cruzaban, una vez más, ante nuestro ojos. Uno con la proa puesta a un puerto al otro lado del océano y otro con el rumbo marcado hacia otro puerto, el Puerto Seco de Antequera.

Para fenicios, romanos y árabes sería difícil de entender, pero ahora tenemos puertos que no tocan el agua pero que siguen siendo igual de importantes para el tráfico de mercancías convirtiéndose así en referencia económica estratégica para nuestro país. Ese día, y aprovechando la presencia de una nave singular, dimos un paso más en la unión de sinergias para conseguir que Antequera y Algeciras consigan acortar la distancia que las separa.

Al igual que el Puerto de Algeciras no podría entenderse sin el mar que permite que las mercancías lleguen desde todos los puntos del planeta para, en esta encrucijada, continuar con su viaje hacia su destino final, Puerto Seco de Antequera no puede entenderse sin su particular mar, que no es otro que las conexiones ferroviarias que hacen posible esa unión clave entre centros de distribución. Es ahí donde nuestro futuro y el futuro de Antequera se juntaron para unirse en la reclamación común que nos aúna en torno a la Red de Ciudades Ramal Central, cuyo cometido resumo por ser ya de todos conocido: vertebrar España a través del tren y generar opciones para la economía y creación de empleo en el sector logístico mediante la reclamación al Gobierno central de prioridad para su modernización por formar parte de dos corredores transeuropeos de transporte, el Atlántico y el Mediterráneo.

Si me permiten el simbolismo, y no sin esfuerzo, quizás empujado por la parte de responsabilidad que me toca de velar por Algeciras y con ella de su puerto, tuve el inmenso honor de ponerme al frente del timón de este barco por el Ramal Central y, desde entonces, la tripulación no deja crecer. Vamos a seguir remando con el mismo rumbo y vamos a insistir una y mil veces para que el Gobierno de España sople a nuestro favor y decida apostar, ya no por Algeciras, ni por Antequera, que sólo son puntos de referencia en esta ruta, sino por el futuro y la modernidad de nuestro país en su conjunto y dentro de la Red Transeuropea de Transporte.

Bienvenido a bordo, Puerto Seco de Antequera, y tenga por seguro que si se me ha concedido el honor de estar al frente de este navío llevaré a gala el refrán marinero que dice que “el capitán verdadero, embarca el primero y desembarca el postrero”.

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