La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Barros del PSOE, lodos de Podemos

PCE, 1956: "No podemos hacer pesar sobre esta generación las consecuencias de hechos en los que no tomó parte"

Recordoba ayer, a propósito de las insensateces con marcha atrás del Gobierno de Sánchez, al "idiota perfecto en su idiotez" de Cortázar. Pero hay otros candidatos. Criticando el vídeo conmemorativo del 40 aniversario de la Constitución, en el que dos ancianos excombatientes de la batalla del Ebro concluyen "hace 40 años aprendimos a hablar entre nosotros", Pablo Iglesias ha dicho, exhibiendo su ignorancia de la historia: "En Alemania sería inimaginable un vídeo en el que hubiera dos ancianos, uno que estuvo en un campo de concentración con un uniforme a rayas y otro con uno de las SS, diciendo que la Ley Fundamental de Bonn es estupenda".

Es una barbaridad comparar el Holocausto con los crímenes de guerra cometidos en los dos bandos durante nuestra contienda y los perpetrados por los franquistas tras su victoria. El Holocausto no fue una estrategia para neutralizar o incluso aniquilar al adversario y ganar la guerra sino la planificación del exterminio de una raza y una cultura. Una acción que no sólo no ayudaba a ganar la guerra -las víctimas eran civiles inofensivos, incluyendo niños y ancianos- sino que entorpecía la estrategia alemana y se intensificó conforme iban siendo conscientes de que la perdían.

Es otra barbaridad ignorar que la mayoría de los soldados no pudieron elegir bando. Y menos en la batalla del Ebro porque tras tres años de guerra casi todos los combatientes eran soldados de quinta. Y peor aún -sobre todo para quienes se dicen de izquierdas- es ignorar que la voluntad de reconciliación es anterior a la Transición. En 1956 declaraba el PCE: "Un estado de espíritu favorable a la reconciliación nacional de los españoles va ganando a las fuerzas político-sociales que lucharon en campos adversos durante la guerra civil… El PCE declara solemnemente estar dispuesto a contribuir sin reservas a la reconciliación nacional de los españoles, a terminar con la división abierta por la guerra civil y mantenida por el general Franco… Crece en España una nueva generación que no vivió la guerra civil, que no comparte los odios y las pasiones de quienes en ella participamos. Y no podemos, sin incurrir en tremenda responsabilidad ante España y ante el futuro, hacer pesar sobre esta generación las consecuencias de hechos en los que no tomó parte". 62 años después hay quienes están dispuestos a hacerlo. De los barros de Zapatero y Sánchez vienen estos lodos podemitas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios