Al sur del sur

Javier Chaparro

jchaparro@grupojoly.com

Algeciras mira al mar

El Ayuntamiento y la APBA se han marcado el difícil reto de reconciliar a la ciudad con su puerto

La presencia del consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad en el Foro Joly Andalucía del pasado viernes sirvió para tomar el pulso a dos importantes proyectos que, junto con otros ya adelantados por el Puerto de Algeciras, van a definir el futuro del Llano Amarillo y a transformar -desde una perspectiva urbanística y, por tanto, social- una parte señalada de Algeciras que es en sí misma un escaparate al que se asoman cada año miles de personas por su proximidad a los muelles.

Rogelio Velasco anunció, en concreto, la inversión por parte de su departamento de 4,5 millones de euros en el centro de innovación de logística portuaria que la Universidad de Cádiz -como parte de la Universidad del Mar- ubicará en la esquina noreste del Llano, donde ahora se sitúan los campos de fútbol de tierra y las instalaciones de piragüismo. Allí mismo habrá también otro centro de innovación impulsado también por la Junta, pero dedicado a la logística 4.0 de la industria en colaboración con la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar.

En conjunto, se tratará de tres edificios conectados física y conceptualmente entre sí que darán cabida también a un museo, un centro de interpretación del Puerto de Algeciras y un auditorio para 300 personas. ¿Qué mejor lugar que Algeciras para conjugar la iniciativa pública y la privada, la investigación, el conocimiento y la divulgación en torno al mundo de los puertos y el mar?

El desarrollo por parte de la APBA y del Ayuntamiento, en una segunda fase, del lago marítimo en el entorno de la desaparecida playa de Los Ladrillos y la construcción de un paseo de madera entre esta y la playa de La Concha es un proyecto bien encaminado e irreprochable. Atrás quedó el desarrollismo salvaje de décadas pasadas que arrasó con aquella Algeciras de casas blancas surgida a ambas márgenes del río de la Miel, que entubó el cauce de este último en su tramo urbano y dio la espalda al mar, cuya vista permanece oculta para la mayoría de los ciudadanos tras una pared de altos edificios levantados en primera línea.

La ciudad necesita ahora como el comer una transformación de su frente litoral que realce su espíritu marinero y la proyecte hacia el exterior. Algeciras debe ser algo más que un punto de paso. El difícil reto que se han marcado el Consistorio y la APBA es reconciliar a la ciudad con su puerto, de tal manera que ambas partes tejan una alianza en forma de inversiones que repercutan en la sociedad. Y ello, sin olvidar que el futuro de las instalaciones portuarias, en un entorno nacional e internacional tan competitivo, pasa de forma obligada por el desarrollo completo de los muelles de Isla Verde Exterior y su futura ampliación.

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