Viral viene de virus, algo que tiene una connotación negativa, algo que se propaga y hace daño. No puede ser más apropiado el término que define a aquello que se extiende por las redes sociales, casi siempre de manera lesiva para alguien. Los rumores (o las maledicencias) de siempre, de barra de bar, de mercado, de barrios, corren ahora como la pólvora multiplicados por mil en segundos y llegan a nuestros teléfonos. El afán de ser reportero y de dar una primicia lleva a muchas personas a difamar o a exponer públicamente, para su lapidación o debate, algo que debería ser íntimo o privado. No importa si se trata de la enfermedad de una persona o de un bulo. Ahí va eso. Sin contrastar porque hay que adelantarse a todos para dar una noticia. No son conscientes del daño que pueden llegar a producir con un teléfono. Arruinar vidas en cero coma dos sin pararse a reflexionar. Un asco.

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