El pasado lunes 11 de septiembre se celebraba la Diada en Cataluña. En un momento dado tres encapuchados improvisan una barbacoa con las banderas de Francia, Europa y España. Sus manos las sostienen, les meten fuego y las dejan arder en el suelo. Una mujer, Samantha Cazebonne, no da crédito a lo que ven sus ojos, no entiende nada. A plena luz del día una manifestación vigilada policialmente por fuerzas y cuerpos de seguridad del estado... y su bandera en llamas. Escribe en Twitter, en francés y en castellano, textualmente: "Deseo que este acto no quede impune". Son las palabras de esta diputada de Francia, que representa a sus compatriotas que viven en España, Mónaco, Andorra y Portugal. Su manifestación tarda muy poco en correr como la pólvora por las redes sociales. En París alucinan, allí el acto en sí hubiera sido un delito. Añadió: "Sería una vergüenza quedarme callada y pelearé para que esta ofensa no quede sin su castigo". Que tomen nota nuestros dirigentes porque somos mayoría los que pensamos como ella.

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