Pocas cosas me han resultado últimamente tan satisfactorias como la participación en el diálogo internacional Paz, Justicia, e Instituciones sólidas, invitado por la Fundación Icloby, junto a tres ponentes que ofrecían ideas de actualidad llenas de riqueza e interés. El presidente de la Fundación, Xavier Melo, escogió el punto 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS), como título; objetivos -suscritos por organizaciones empresariales, países, y entidades-, que abarcan desde temas medioambientales y ciudades sostenibles, hasta trabajo decente, industrialización e innovación, y sociales como la pobreza, desigualdad, educación de calidad, y salud y bienestar.

La profesora Ana María Fuertes, de la Universidad Jaume I y directora de la Fundación para la Justicia, al hablar de paz y derechos humanos, nos hizo ver cómo sin una mínima armonía entre las personas, cualquier acción se estrella contra un muro de conflictos y las corrupciones que generan. Los ODS resultan imposible de conseguir en medio de guerras, pero también los desequilibrios y precariedad que vienen de su incumplimiento se aprovecha para alimentar conflictos. Carles Agustí, desde su conocimiento profundo de los movimientos de participación ciudadana, nos planteó cómo podría hacerse realidad esta participación en el gobierno público, más allá de tener una concejalía o un departamento con este nombre, siendo algo transversal que afectara a las decisiones que toman nuestros representantes. Pienso que la tecnología actual de comunicaciones permitiría consultas, no vinculantes, entre ciudadanos censados, capturando -mejor que con encuestas de dudosa elaboración, datos mal analizados, opiniones y redes sociales--lo que Carles Agustí llama "el conocimiento de la inteligencia colectiva".

La doctora Luján Comas, anestesista y experta en el campo de la reanimación médica, es conocida por ser cofundadora de MerryLife y su actividad en el blog Duelia, de apoyo en el duelo y la enfermedad. En su intervención destacó que la conciencia es el fundamento de iniciativas para la paz; y es muy interesante que recordara que el segundo tema citado como gran desconocido por la ciencia, es la base biológica de la conciencia. En medio de la zozobra en que vivimos, estos pensamiento resultan sugerentes y esperanzadores; siguiendo a Carles Agustí, el conocimiento que reside en los ciudadanos debería servirnos como en un dato permanente en la acción política contra la pandemia, algo que el sistema electoral actual ignora; y también, la paz sobre la que trabaja Ana Fuertes, podría llevarnos, en una interpretación no bélica, a cierto sosiego al tratar nuestros problemas cotidianos, pues hoy día cada noticia, cada acción, genera opiniones y posicionamientos políticos que parecen partes y declaraciones de guerra. Y, en fin, Luján Comas nos dejaba una frase que es un compendio de sabiduría: "Los objetivos de desarrollo sostenible -dijo- son una guía de buen gobierno para todos, pero también un cambio cultural y una nueva forma de vivir"; lo que para una persona que sostiene que eliminando el miedo a la muerte se vive con otro punto de vista, supone mantener que la conciencia es el principio de la vida, y la muerte, al final, una gran aventura.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios