Un delincuente canalla y cobarde que nunca debió salir del trullo, con muchos antecedentes y conocido de la Guardia Civil de Granada, según fuentes de la Benemérita, mató hace unos días de un disparo a un agente, José Manuel Arcos Sánchez, de 48 años, que le había dado el alto en un control de tráfico. Al otro lado del espejo, un policía se enfrenta a 20 años de cárcel por defender a su familia del asalto de cinco delincuentes a su vivienda en Sevilla. El juicio que llevan años esperando Casimiro Villegas y su familia se ha aplazado hasta marzo de 2019. O el mundo, o mejor dicho España, está del revés o algo que está empezando a inflar los cojones de los españoles de bien, como diría el Sargento de Hierro, esta ya mascándose en el aire. De lo cual deduzco que si un agente del orden tira primero va preso y se queda sin trabajo. Y si se le ocurre no tirar, se queda sin vida. No hablo de venganzas ni perdones, solo de que se haga justicia.