Algunos autores sitúan al semanario algecireño El Lábaro Hispano como una publicación que participaba de los ideales regionalistas. Es el caso de Rodríguez Cabañas (Blas Infante en Cádiz: julio de 1936). La confusión viene dada, a mi juicio, por haber sido director de dicho medio quien luego sería comprometido andalucista Fermín Requena Díaz.

Repasando los ejemplares existentes de dicha publicación, las únicas menciones sobre el movimiento andalucista son algunos sueltos como el aparecido el 15 de diciembre de 1918, donde se daba cuenta de que se había hecho cargo de la dirección del semanario sevillano El Regionalista Mariano López Muñoz, "antiguo periodista conocidísimo en esta provincia por sus campañas contra el caciquismo". Y unos días más tarde, el 22, se decía que se había recibido un folleto "con la magnífica conferencia que sobre La reivindicación de Andalucía en el Congreso de la Paz pronunció en el Centro Regionalista Andaluz de Sevilla la noche del 27 de noviembre nuestro estimado amigo y valioso escritor D. José Andrés Vázquez. Muy agradecido por el envío".

Era evidente la simpatía que el director del periódico, aparecido en 1918, tenía hacia el andalucismo que comenzaba a forjarse. Sin embargo, El Lábaro Hispano era un medio local de información general. Por lo tanto debe salir de la lista de publicaciones regionalistas que comenzaron a prodigarse en aquella época. No así la persona del que fue su primer director.

Fermín Requena había nacido en Higuera de la Sierra (Huelva) en 1893. Poeta, arabista, periodista y maestro de escuela, llegó destinado a Algeciras en 1916 para ejercer la docencia. Estando en esta ciudad como director del periódico, en diciembre de 1918, fue nombrado académico de la Real de Buenas Letras de Málaga. En su edición del 5 de enero de 1919 El Lábaro agradecía las felicitaciones que con tal motivo se habían recibió en la redacción, remitidas por los colegas El Calpense, de Gibraltar; Fénix, de Ronda y El Linense, de la vecina La Línea. En 1921 publicó en Melilla Algeciras durante el período de dominación musulmana, donde recogía la siguiente dedicatoria: "Al Excmo. Ayuntamiento de Algeciras, que honró la modesta personalidad del Autor con el nombramiento de Cronista Oficial". En su período algecireño también fue corresponsal de Ecos de Ronda, en 1917, y corresponsal de guerra del gibraltareño El Calpense durante el conflicto marroquí de 1921.

Fue en su nuevo destino como maestro en la ciudad de Melilla donde fundaría el semanario Vida Marroquí. El primer número apareció el 10 de enero de 1926, prolongándose su publicación hasta el 31 de julio de 1936.

En esta ciudad del norte de África adquiriría Requena su compromiso andalucista. Su pensamiento arabista le haría apostar por una identificación entre Andalucía y Marruecos. Ocuparía la presidencia regional (Marruecos y Andalucía) del grupo pacifista Liga Internacional de Gastadores por la Paz, así como de la Agrupación Liberalista Andaluza, el movimiento creado por Blas Infante en la última etapa de la lucha por el Estatuto. Como tal fue elegido para representar a los andalucistas de Melilla en la Asamblea Regional Andaluza de 1933, aunque el mal tiempo impediría su viaje.

En Melilla destacó como promotor intercultural con la creación de escuelas hispano-árabes. Entre el buen número de reconocimientos figura su nombramiento de miembro de las academias Sevillana de Buenas Letras (1956), San Fernando (1958), Genealogía Heráldica de Cuba (1958), Internacional de Letras, Ciencias y Artes de Nápoles (1965), San Telmo de Málaga (1965), e Instituto de Estudios Califales de Córdoba (1968).

Al finalizar la Guerra Civil, y tras ser sometido a depuración, en 1940, obtuvo traslado a Algeciras. En 1947 fue destinado a Antequera, donde publicaría Muhammad y al Qasim, amires de Algeciras (1956). Falleció en la citada localidad malagueña en diciembre de 1973.