Hasta el próximo día 5 de noviembre me pide el cuerpo escribir en minúsculas el nombre del Alto Tribunal, perdón, del alto tribunal. La metedura de pata de la semana pasada respecto al tema del impuesto de las hipotecas ha sido gloriosamente histórica. Casi 30.000 gaditanos esperan la próxima, que podría no ser la última, sentencia del Supremo, perdón supremo, sobre este tema. A la altura del betún, país de bombo y pandereta, supremo de veinte duros... expresiones como ésta se suceden en los comentarios que los usuarios de nuestra web vuelcan en las redes... y lo peor es que podrían llevar hasta razón. Ahora les toca buscarse las mañas para retomar la apariencia de seriedad, perdón Seriedad, que nos merecemos los consumidores, perdón Consumidores. Aguardaremos hasta principios del mes que viene a ver si la ingeniería jurídica es capaz de convencernos. Mientras tanto, ahí va mi minúscula.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios