Análisis

gumersindo ruiz

Siempre la claridad viene del cielo

El precio de la luz tiene cuatro ángulos. El primero es el coste, de menos a más caro tenemos la energía nuclear (22,8% del total en España), renovables y alta eficiencia (48,3%), y cogeneración, fuel, gas y carbón (28,9%). La energía nuclear es la más barata, la más limpia, y una buena alternativa si se garantiza seguridad; en Francia hay 18 centrales nucleares, 6 en Alemania, que cerrarán pronto, 5 en Gran Bretaña más 2 en proyecto, y 5 en España. El segundo ángulo es la subasta de luz donde se fijan hora a hora los precios a los que los productores están dispuestos a vender y los comercializadores a comprar; empieza colocándose la más barata, y como el precio de la más cara influye en el precio medio, los que producen barato se benefician bastante. En tercer lugar, empresas y familias tienen varias opciones de contrato, pero en general soportar variaciones en los precios trae más cuenta que un precio fijo; si se ahorra en luz, individualmente el recibo es menor, y colectivamente al bajar la demanda baja el precio. Aparte de hábitos de ahorro y buenos electrodomésticos, las placas solares individuales o de edificios son una solución.

El cuarto ángulo son los cargos adicionales de un 13,5% de impuestos, y un 17,6% que engloba la retribución a renovables y cogeneración, sobrecoste en territorios no peninsulares, y el impuesto por déficit de tarifa. Se publican muchos despropósitos sobre el precio de la luz, pero hay que decir que su determinación siempre ha sido políticamente consensuada; en el verano de 1996 el gobierno del PSOE sacó la ley para que las eléctricas vendieran a un fondo sus derechos de cobro frente al Estado por el coste que les suponía la moratoria nuclear. Los ingresos del fondo se garantizaron mediante un impuesto a cargar en el recibo de la luz, y así se acordó con el Partido Popular, que lo mantuvo y lo reconvirtió en el actual impuesto sobre el déficit de tarifa. Todo influye en el precio de la luz, y no siempre igual; si se renuncia a nucleares es más caro, y si penalizamos el carbón por el compromiso medioambiental, también, igual que cuando aumenta la demanda porque hace mucho calor o mucho frío, o hay una afluencia masiva de turistas. Lo bueno es que tenemos una infraestructura que cubre siempre las fuertes oscilaciones de la demanda, que no es poco en un bien de difícil almacenaje.

En un verano extremadamente caluroso, hace 22 años, moría Claudio Rodríguez, poeta de la luz natural, que escribió: "Siempre la claridad viene del cielo/es un don" y también -cojo versos sueltos- "¿Quién podría decir que es suyo el viento, /suya la luz, el canto de las aves?". "Ahora es el momento de esta luz tan tenue/y hay que pagar el precio, la subasta, y el fraude". Desde la ciencia, Brian Rogers, maestro de la percepción, nos muestra las limitaciones de nuestro sistema visual, y también la capacidad de sintonizar con el mundo que nos rodea y ver en 3-D, aunque nuestra imagen retinal es de 2-D, gracias a la luz en superficies, y la percepción de la profundidad, la distancia, las formas en que se presenta el mundo. Poesía y ciencia tienen a veces una inmediatez y precisión que envidiamos desde la economía política, donde rara vez sabemos cómo dar claridad suficiente a nuestros pobres argumentos.

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