Señor: a principios de este año se cumplieron 39 años de unos hechos que pusieron a prueba vuestra voluntad de servir a España y a la Constitución, que nos habíamos dado en 1978.

Con vuestra actuación de aquella tarde-noche del 23 de febrero de 1981, parasteis el golpe y a todas las camarillas contrarias a nuestra convivencia pacífica.

La mañana del día 24, os puse un telegrama en donde os daba las gracias por como habíais defendido nuestra reciente democracia y el futuro de mis dos hijos. Os lo he agradecido. Siempre, creedme, de corazón.

Guardé el telegrama, que me enviásteis el 16 de marzo del mismo año y que firmaba según el protocolo, el duque de Mondéjar. Ahí lleváis el texto del citado documento.

(introducción del texto del telegrama )

Ignoro si mis dos hijos podrán agradeceos el futuro de mis dos nietos. Lamento, sinceramente, que no hayáís tenido igual oportunidad como la tuve yo hace casi 40 años.

Gracias de nuevo, señor, por la transición que hicísteis posible hace tiempo, tanto, una vida, que ya hasta les parece increíble a las generaciones actuales.