Sandra Golpe se ha impuesto en la sobremesa informativa, la franja más particular y tradicional respecto a otros países que tiene España. Su noticiario es el que ha permitido a Antena 3 imponerse en las audiencias de este año. Vicente Vallés, su vecino de tabique nocturno, tiene una competencia más complicada con Pedro Piqueras, número uno diario por hábitos y roscos (de Pasapalabra).

Ni siquiera la presencia de Ana Blanco ha nublado la posición de la gaditana Golpe que, de paso, ha aprovechado el filón de espectadores cabreados con el cambio político en TVE (unos 400.000 desde noviembre). Los noticiarios de Antena 3, que no cuentan precisamente con una línea editorial excesivamente marcada salvo en asuntos como el descabellado laberinto catalán, trabajan un público agradecido con esa fórmula donde hay más minutos para la economía mundana que para la alta política y donde se analiza de qué manera influyen las graves decisiones en nuestro bolsillo y en nuestra casa. La audiencia, con un plato por delante, valora una sucesión rápida de informaciones de todo calibre. En Antena 3 Noticias tras los obligados asuntos de portada cabe un suceso aparatoso, un vídeo viral o una anécdota en realidad aumentada, un cajón de sastre de unos veinte minutos de duración que se asemeja a la navegación curiosa por las redes sociales. Es también la seña de identidad de la pareja más asentada, la de Matías Prats y Mónica Carrillo, que no se desgasta al limitarse a los fines de semana. La dirección de Santiago González se ha percibido en este ajuste de un modelo informativo que llevaba años tomando forma y que cuenta con un soporte espectáculo en la pantalla supergigante.

El suplemento acertado son esas secciones deportivas que jugan a la agenda diferenciada, a enfoques sociales que no tienen nada que ver con lo que ofrecen en este ámbito el resto de la competencia. Las órbitas de Barcelona y Real Madrid, con sus noticias machacadas, quedan relegadas a los breves. Un gesto valiente, es verdad.