Doctor Frankenstein, supongo". "Fronkonstin". "¿Me toma el pelo?". "No, se pronuncia Fronkonstin"... Muchos Igor (o Aigor) enfurruñados se bajan la capucha desde el pasado jueves, se despojan de su negra túnica para mostrar sin pudor su joroba totalitarista y, de paso, lo que les joroba la democracia. También muchos doctores Fronkonstin han aflorado en este sismo político augurando malos presagios al pacto que acabaría con la presidencia de Mariano Rajoy. Fronkonstin que reniegan de la vieja esencia de su partido, y de su líder, tanto como Gene Wilder enmascaraba su apellido en la desternillante El jovencito Frankenstein. Un gobierno Frankenstein dicen las desvergonzadas voces de un interesado apocalipsis. Tócate el tornillo... Gobierno Frankenstein, como si llegar a acuerdos legítimos fuese una abominación y no el auténtico deber. Gobierno Frankenstein, no, mejor Fronkonstin,que todavía me estoy riendo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios