El miércoles, la agencia Reuters publicó una entrevista que le había concedido en exclusiva Edward O'Brien. En ella, este alto funcionario del Banco Central Europeo explicaba que se está diseñando un mecanismo -al estilo Amazon o eBay- para vender créditos morosos. Se ha extendido la noticia como algo novedoso, pero para nada lo es. El BCE lleva tiempo trabajando en ello. El elevado volumen de préstamos dudosos es un problema muy serio desde la anterior crisis y ahora el Covid-19 va a provocar que de nuevo crezcan como la espuma en los balances bancarios. No es de extrañar que en estos momentos O'Brien haya desempolvado el tema: hay que buscar imperiosamente la manera de que los bancos puedan desaguarlos, y a buen precio.

Las cifras de préstamos morosos dan vértigo. En 2014 los bancos europeos acumularon cerca de un billón de euros, con una ratio de morosidad que superaba el 8%. Todavía quedan de aquellos créditos sin resolver 500.000 de millones de euros. Y las previsiones apuntan a que van a volver a crecer con fuerza. En España, el Banco de España ya ha constatado un alza en los créditos dudosos desde el inicio de la pandemia y avisa del incremento cuando venzan las moratorias y avales del ICO si no se adoptan medidas que lo amortigüen.

De ese billón, según un estudio de Deloitte, más de 450.000 mil millones fueron comprados entre 2014 y 2019 por grandes fondos internacionales, que asumen su gestión y soportan la larga espera hasta el cobro. Es un mercado concentrado en tan pocos que pueden presionar y conseguir adjudicárselos a precios de saldo. Aproximadamente la mitad fueron comprados por Cerberus, Blackstone, Lone Star y Goldman Sachs. Y esto es lo que el BCE se propuso solucionar en julio de 2017, cuando definió un plan para el desarrollo de un mercado secundario a través de los cuales los bancos puedan transferir a inversores no bancarios el riesgo de mantener estos préstamos.

Las circunstancias actuales han provocado que vuelvan a reactivar el proyecto. Con una plataforma como la que propone ahora O'Brien el mercado podría abrirse a muchos más operadores, aunque tengan menor capacidad de compra, y a la vez darle mayor transparencia a las transacciones que se lleven a cabo: "La idea es abrir el mercado a compradores de carteras más pequeñas, con un mercado al estilo de Amazon o eBay, donde se puede navegar... Eso puede hacer que el mercado se mueva"

En esta sociedad en la que el crecimiento y el empleo están basados de forma excesiva en la deuda, resulta fundamental que los bancos sigan prestando, y si no desaguan, su capacidad se ve limitada. En España se creó con este fin la Sareb, el "banco malo", que permitió a las antiguas cajas de ahorro dar salida a estos préstamos y a las propiedades inmobiliarias que se adjudicaban. El BCE, también en 2017, se propuso copiarlo pero haciéndolo público y a escala europea. El proyecto no ha prosperado porque supondría la actuación conjunta de todos los países y porque choca con la normativa de ayudas del Estado. Además, sería un suma y sigue en la ya intensísima implicación Estado-Banca. Mucho mejor esta solución que ha reactivado O'Brien, que resuelve en el ámbito privado.

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